Ser quisquilloso para comer puede provocar graves daños en la salud visual y nutricional
Un caso extremo en el Reino Unido reveló las consecuencias de una dieta limitada. Un joven británico de 17 años perdió la visión de forma irreversible tras alimentarse exclusivamente con papas fritas.
Desde que terminó la escuela primaria, el adolescente se restringió a consumir solo papas fritas, Pringles y pan blanco, complementando ocasionalmente con jamón o salchicha. Esta alimentación deficiente desencadenó serias deficiencias vitamínicas y daños por desnutrición, según los exámenes médicos realizados en Bristol, en el suroeste de Inglaterra.
vitamina B12 y le indicaron suplementos dietarios. Sin embargo, no siguió el tratamiento ni modificó sus hábitos alimenticios.
Tres años después, la pérdida progresiva de la vista lo llevó al Hospital Bristol Eye, donde fue atendido por especialistas. La revista médica Annals of Internal Medicine, del Colegio de Médicos de Estados Unidos, reportó que su dieta consistía principalmente en una porción diaria de papas fritas de comida rápida y papas fritas empaquetadas. Además, consumía Pringles, pan blanco y, solo ocasionalmente, jamón. No ingería frutas ni verduras, un factor clave en su deterioro nutricional.
La doctora Denize Atan, encargada de su atención, explicó que el joven presentaba un rechazo a ciertas texturas alimentarias, lo que limitaba severamente su dieta. “Las papas fritas eran el único alimento que podía tolerar y quería comer”, señaló.
Tras nuevas pruebas, se detectaron niveles muy bajos de vitamina B12, junto a deficiencias en minerales esenciales como cobre, selenio y vitamina D, fundamentales para la salud ocular y general.

									 
					