Bartolo García
SANTO DOMINGO. – En un hecho sin precedentes para la República Dominicana, el gobierno de los Estados Unidos propuso que el país presente un candidato para dirigir la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), reconociendo los avances logrados en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado durante la actual gestión gubernamental.
El anuncio fue realizado por Rebecca Márquez, directora de la Oficina de Asuntos Internacionales Antinarcóticos y Aplicación de la Ley del Departamento de Estado, quien acompañó al presidente Luis Abinader en su encuentro semanal con la prensa, conocido como La Semanal.
Por primera vez, el gobierno de EE. UU. ha propuesto que la Rep. Dom. presente un candidato para el cargo de director ejecutivo de la #ONUDD, destacando el sólido historial de compromiso y buenas prácticas del país en el control de drogas y la lucha contra la delincuencia. pic.twitter.com/wqFPlADpt7
— Presidencia de la República Dominicana (@PresidenciaRD) September 16, 2025
“Proponemos que el gobierno de la República Dominicana presente un candidato para ocupar la dirección ejecutiva de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito”, manifestó Márquez, al destacar el “sólido historial de compromiso con la ONUD y las prácticas firmes de control de drogas” que caracterizan al país.
La actual directora ejecutiva de la UNODC, Ghada Waly, culminará su gestión en noviembre de 2025, lo que abrirá el proceso de selección para designar a su sucesor. En este contexto, Estados Unidos entiende que la República Dominicana cuenta con la trayectoria, la credibilidad y la firmeza necesarias para asumir ese rol.
El gobierno estadounidense subrayó que la nación caribeña se ha convertido en un referente regional en la implementación de políticas de control de drogas y combate a estructuras criminales transnacionales, ganando respeto en foros internacionales y fortaleciendo sus alianzas estratégicas.
Al recibir la propuesta, el presidente Luis Abinader expresó su agradecimiento y aseguró que la República Dominicana asumirá el reto con responsabilidad, evaluando a los posibles candidatos para presentar una opción que represente dignamente al país en la esfera internacional.
“Este anuncio compromete aún más a nuestro gobierno a seguir fortaleciendo las políticas de combate al narcotráfico como nunca antes se había hecho en la historia de la República Dominicana”, afirmó Abinader, visiblemente complacido.
El mandatario consideró que esta oportunidad refleja el reconocimiento internacional a la transformación institucional impulsada en materia de seguridad y justicia, así como al compromiso de su gobierno con la transparencia y la cooperación internacional.
De concretarse la candidatura, sería la primera vez que la República Dominicana dirija la UNODC, lo que colocaría al país en una posición estratégica dentro de los organismos multilaterales que enfrentan el crimen organizado a escala global.
Márquez entregó al jefe de Estado una comunicación oficial en nombre del Gobierno de los Estados Unidos, en la que se alienta formalmente a la República Dominicana a considerar la presentación de un candidato para la posición.
El gesto fue valorado como un espaldarazo político y diplomático de gran magnitud, que abre nuevas oportunidades para el país en términos de cooperación internacional y liderazgo regional.
En su discurso, Abinader reiteró que la lucha contra el narcotráfico es una política de Estado, que no admite retrocesos, y que este tipo de reconocimientos internacionales reafirman el camino emprendido en los últimos cinco años.
El presidente también aseguró que, junto al apoyo de aliados estratégicos como Estados Unidos, la República Dominicana seguirá consolidando una posición firme en los foros globales, demostrando que las islas del Caribe pueden ser actores protagónicos en la construcción de seguridad y desarrollo sostenible.
Finalmente, Abinader reafirmó que el país seguirá trabajando sin descanso en la prevención, persecución y sanción de los delitos vinculados a drogas, al tiempo que fortalecen las políticas sociales y comunitarias que buscan reducir el impacto de este flagelo en la sociedad.