Saint Thomas, Islas Vírgenes. El educador dominicano Nélsido Félix Polanco, quien actualmente trabaja como maestro de idiomas en el sistema de educación pública en los Estados Unidos, advirtió sobre los daños que puede causar a un alumno ser víctima de violencia escolar, en cualquiera de sus manifestaciones.
“No podemos comparar el nivel de violencia escolar en nuestro país con los niveles de la misma en Estados Unidos, donde se han registrado casos de masacres en escuelas entre otros tipos de violencias graves. Sin embargo, tampoco debemos descuidarnos y tomar las cosas a la ligera, considerando simplemente que los problemas de mala conducta e indisciplina siempre han existido en las escuelas”, afirmó de entrada el experto.
Entre los daños que este lastre puede causar en los alumnos, Polanco, quien es Lic. en Educación, mención Lenguas Modernas por la Universidad Nacional Evangélica, al igual que posee varios diplomados y seminarios por la Teaching English to Speaker of Other Languages (TESOL), citó la obstrucción para desarrollar los logros de aprendizaje.
“Cuando un estudiante se siente intimidado, asustado o amenazado, no podrá concentrarse de manera normal en la escuela y, por consiguiente, esto termina afectando tanto su proceso de desarrollo y rendimiento académico como sus logros de aprendizaje”, explicó.
En segundo lugar, la autoridad educativa advirtió que la violencia escolar puede causar daños psicológicos y físicos cuyas secuelas pueden reflejarse más allá de la vida académica del estudiante.
“Si estos daños no son atendidos a tiempo y adecuadamente, pueden extenderse más allá de la escuela, afectando al individuo en su desarrollo social a lo largo de su vida”, externó Polanco, quien tiene 10 años como maestro.
En tercer lugar, Polanco explicó que ser víctima de la violencia escolar puede verse como un factor de riesgo que puede llevar al individuo “a involucrarse en otras actividades y modos de conductas tales como: vandalismo, uso de drogas u otras sustancias prohibidas y violencia familiar, entre otros”.
Por último, ser víctima de violencia puede producir en el niño (a) o adolescente “deterioro de la seguridad en sí mismo(a), tendencia al aislamiento, dificultad para desarrollar las habilidades sociales, deserción escolar, depresión y ansiedad”, acotó el profesional.