Por Bartolo García
La economía de la República Dominicana exhibió un robusto crecimiento del 5.0% durante el año 2024, consolidando su posición como líder de crecimiento en América Latina. Este desempeño está alineado con las proyecciones oficiales del Banco Central y el Gobierno, así como con las expectativas de organismos internacionales y analistas.
El crecimiento se logró en un contexto global desafiante, marcado por tensiones geopolíticas y una situación financiera internacional restrictiva. A pesar de estos desafíos, y de la incertidumbre local por el ciclo electoral, la economía dominicana demostró una resiliencia notable, apoyada por políticas que fortalecen los fundamentos macroeconómicos del país.
El PIB real de la República Dominicana avanzó gracias a contribuciones significativas de varios sectores, en particular el de servicios, que creció un 5.5%. Dentro de este sector, destacaron los subsectores de hoteles, bares y restaurantes con un aumento del 9.6%, y los servicios financieros, que subieron un 8.3%.
Además, el país alcanzó un récord en turismo, con 11.2 millones de visitantes no residentes, incluyendo 8.5 millones por vía aérea y 2.6 millones de cruceristas. La inversión extranjera directa también mostró un desempeño sólido, sumando unos $4,512 millones y superando los $4,000 millones por tercer año consecutivo, lo que ayudó a financiar ampliamente el déficit en cuenta corriente del año.
En términos de política monetaria, el Banco Central realizó ajustes para enfrentar el entorno económico, reduciendo la tasa de política monetaria en 275 puntos básicos desde mayo de 2023 hasta situarla en 5.75% a finales de 2024. Estas medidas facilitaron condiciones más favorables para el crecimiento económico y ayudaron a mantener la estabilidad del tipo de cambio.
El comportamiento de la inflación fue igualmente positivo, cerrando el año en 3.35%, la tasa más baja en los últimos seis años, y manteniéndose dentro del rango meta del Banco Central de 4.0% ± 1.0%. Esto refleja la efectividad de las políticas implementadas para preservar la estabilidad de precios.
La economía dominicana también se benefició de un entorno favorable en los mercados internacionales, especialmente en lo que respecta a las remesas y el turismo, lo que contribuyó a un ingreso de divisas estimado preliminarmente en unos $43,500 millones.
Con estos resultados, la República Dominicana no solo mantiene su liderazgo en crecimiento económico en la región sino que también establece un firme precedente para el manejo de desafíos futuros, proyectando continuar como una de las economías con mayor crecimiento en 2025.