Tres sujetos lo sujetaron para intentar detenerlo dentro del medio de transporte, donde tenía un comportamiento errático e insultaba a otros pasajeros. Según versiones preliminares, no atacó físicamente a nadie
El suburbano de la ciudad es hogar de indigentes y personas con trastornos mentales, como la víctima de este suceso, que sufrió un brote en un vagón antes de ser ‘inmovilizado’ letalmente por el militar
Jordan Neely, un joven afroamericano de 30 años, murió asfixiado en uno de los vagones del metro de Nueva York luego de que un veterano de la Infantería de Marina de EEUU y otros tres sujetos lo dominaran y rodearan su cuello con sus brazos para intentar detenerlo por su comportamiento errático dentro del medio de transporte y tras insultar a la gente que se encontraba a bordo. Según versiones preliminares, el hombre no atacó físicamente a nadie.
De acuerdo con las autoridades forenses de la ciudad, el joven afroamericano fue declarado muerto por compresión en el cuello.
En los videos que circularon por redes sociales se puede apreciar cómo el marine tumbado debajo de Neely, lo sujeta fuertemente por el cuello durante varios minutos, mientras la víctima intenta liberarse sin conseguirlo. Un segundo pasajero inmoviliza sus brazos, mientras un tercero lo sujeta por el hombro.
Neely, que vivía en las calles y tenía antecedentes por problemas de salud mental, perdió el conocimiento durante el forcejeo. Poco después fue declarado muerto en un hospital de Manhattan.
El veterano de los Marines, de 24 años, fue detenido y posteriormente liberado sin cargos.
La oficina forense de Nueva York clasificó la muerte de Neely como homicidio por asfixia, pero señaló que cualquier determinación sobre la culpabilidad penal quedaría en manos del sistema judicial.
“Revisaremos el informe del médico forense, evaluaremos todas las imágenes de video y fotográficas disponibles, identificaremos y entrevistaremos a tantos testigos como sea posible y obtendremos registros médicos adicionales”, se lee en un comunicado de un portavoz de la Fiscalía de Manhattan.
Los videos publicados suscitaron fuertes reacciones entre los neoyorquinos y las autoridades. Algunos describieron el acto como una reacción letal exagerada ante una persona en plena agonía de una enfermedad mental, mientras que otros defendieron las acciones del veterano de la Marina.
Un grupo de manifestantes se reunió el miércoles por la tarde en la estación donde murió Neely para pedir la detención del funcionario. Kyle Ishmael, un residente de Harlem de 38 años, dijo que el video del incidente le dejó “asqueado”.
“No podía creer que esto estuviera ocurriendo en mi metro, en mi ciudad en la que crecí”, dijo.
Algunos neoyorquinos reconocen a Neely como imitador de Michael Jackson que bailaba habitualmente en el centro de Times Square.
Tras varios incidentes registrados en los últimos meses, entre ellos un tiroteo en uno de los vagones del metro que dejó 10 heridos el año pasado, el alcalde Eric Adams prometió desplegar más agentes de policía y trabajadores de salud mental en todo el sistema de transporte.
Dave Giffen, director ejecutivo de la Coalición para los Sin Techo, culpó a las autoridades municipales y estatales de dar una respuesta inadecuada a la crisis de salud mental que se vive en las calles de Nueva York y se preguntó por qué el veterano de la Infantería de Marina no fue acusado con cargos penales.
“El hecho de que alguien que acabó con la vida de un ser humano angustiado y enfermo mental en el metro pueda quedar en libertad sin afrontar ninguna consecuencia es escandaloso”, afirmó. “Esto es una absoluta parodia que debe ser investigada inmediatamente”.
Jason Williams, actor, recuerda que conoció a Neely cuando se mudó a la ciudad en 2007. Por aquel entonces era un adolescente que imitaba con agilidad a Michael Jackson y pedía donativos mientras hacía el moonwalker en el metro y bailaba “Billie Jean”.
“Encarnaba el espíritu bullicioso de Nueva York”, dijo Williams. “Era un gran artista y es una verdadera tragedia que lo hayan matado sin sentido”.
El reverendo Al Sharpton exigió en un comunicado que se investigue la muerte de Neely como un posible caso de homicidio involuntario.
“No podemos volver a un lugar en el que el vigilantismo sea tolerable. No era aceptable entonces y no puede serlo ahora”, señaló.
Andre Zachery, padre de Neely, declaró al New York Daily News que llevaba cuatro años sin ver a su hijo.
La madre de Neely también murió violentamente. Christie Neely fue estrangulada en Nueva Jersey en 2007. Su cuerpo fue encontrado días después en una maleta junto a una carretera. Su hijo, que para entonces tenía 14 años testificó contra el novio de su madre en su juicio por asesinato.
(Con información de The Associated Press y The New York Post)