Los Ángeles enfrenta una de las peores catástrofes naturales de su historia reciente con incendios forestales que han causado al menos 16 muertes, desplazado a 150,000 personas y destruido más de 12,000 estructuras. En este contexto, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, acusó a las autoridades californianas de incompetencia en la gestión de la crisis.
A través de su red social Truth Social, Trump declaró que “los incendios siguen ardiendo en Los Ángeles. Los políticos incompetentes no tienen idea de cómo apagarlos”. Además, calificó la situación como “una de las peores catástrofes en la historia de nuestro país” y señaló que “simplemente no pueden apagar los incendios”.
El gobernador de California, Gavin Newsom, respondió a las críticas invitando a Trump a visitar la región afectada para inspeccionar los daños de primera mano. Los incendios han devastado barrios como Pacific Palisades, donde la falta de agua en hidrantes complicó las labores de los bomberos.
Actualmente, el incendio de Palisades, el más grave de los cinco focos activos, ha arrasado casi 9,000 hectáreas y solo ha sido contenido en un 11 %. Además, amenaza al icónico museo Getty Center y al Valle de San Fernando. En contraste, los equipos lograron controlar completamente el incendio Lidia.
Mientras los esfuerzos por contener las llamas continúan, la tragedia ha abierto un intenso debate sobre la preparación del estado y la efectividad de sus autoridades frente a desastres naturales.