Horacio Nolasco
Japón y Corea, dos países del lejano oriente, tienen sus ligas con características particulares, y como es costumbre la presencia de los refuerzos provenientes de nuestra media isla.
Siempre es interesante el asunto de los husos horarios. Hay una diferencia de 11 horas entre nuestro país y el archipiélago asiático. Así, cuando en República Dominicana son las 3.00 de la tarde de hoy martes, en Japón son las 4.00 de la madrugada del miércoles.
En Japón los encuentros pospusstos durante toda la temporada se celebran al término de la Serie regular, no en fechas libres como acostumbran las ligas occidentales. En el béisbol nipón existe la columna de los empates igual que en el fútbol. En Temporada Regular se juega a un máximo de 12 entradas, en play off a 15 episodios. Si no hay un ganador en esas instancias el juego se declara empate.
Los partidos normalmente comienzan a las 6.00 de la tarde los días de semana, hora japonesa (7.00 de la mañana del Este de los Estados Unidos y República Dominicana). Los sábados y domingos los juegos arrancan desde la 1.00 de la tarde, hora de Japón.
La Liga de Béisbol Japonesa (LBJ), esta compuesto por dos Ligas, la Central y el Pacífico. Cada una está formada por seis equipos, con tres clasificados a postemporada por liga.
En japón, con su cultura milenaria, se respeta el tiempo en servicio. Un jugador con cinco o seis años en ese torneo es respetado por encima de cualquier pelotero en su equipo, aunque gane menos dinero. La veteranía es como una especie de rango y distinción en la liga y más si se ha estado en el mismo conjunto.
En la Central están presentes Zoilo Almonte, Dragones de Chunichi, segundo año, 441 mil dolares (.000-0-1). Joely Rodríguez, segunda campaña, 529 mil dolares (0-0 0.00, 2 holds). Xavier Batista, Hiroshima, firmó un contrato de seis años en 2017, 100 mil por fichar, 35 mil dolares anuales (.214-0-1). Gerónimo Franzua, en su segundo año (0-1 13.50). Rafael Dolis, cuarta campaña, Hanshin, 1.5 MM (0-0 0.00, 1 rescate). Jefry Marte, primer año, 1.0 millón de dolares (.000-0-0). En el Pacífico, Fabio Castillo, segunda estación, 300 mil dolares (sin actuación).
En las Menores, evento que inició primero que el de la LBJ, Steven Moya, Chunichi, segunda temporada, 441 dolares (.370-1-6). Enny Romero (0-0 5.40), primer año, 441 mil dolares. Sandy Brito, 45 mil dolares (0-0 4.50). Alejandro Mejía (.355-6-9) con un contrato similar al de Batista (.355-6-9). Remy Cordero, Yokohama, 23 mil dolares (0-0 0.00).
Samuel Adames, Yomiuri, 80 mil dolares (0-1 6.43), Cristopher Mercedes, 80 mil (0-0 0.00), Jorge Martínez, 73 mil (.200-0-2), Israel Mota, 20 mil dolares (.222-1-3), Reimin Ramos, 20 mil dolares (sin estadísticas). El veterano Luis Jiménez, Rakuten (.182-0-2). Bryan Rodríguez, Nippon (0-0 2.57).
La Liga Coreana de Béisbol (KBO) fue la primera Liga profesional que inició su temporada (arrancó el martes 26). En la KBO el bateo es el fuerte. Es una liga formada por 10 equipos y es normal que algunos jugadores coreanos estén en lista de servicio militar obligatorio.
Mel Rojas Jr. encabeza la pequeña delegación criolla en esa liga. Rojas, con un salario de 1.0 millón de dólares, más 100 mil por firmar. Con ese dinero Rojas ni se fijará en Estados Unidos, y mucho menos en la LIDOM. Con KT Wiz (.176-0-1). Mel está en su tercera temporada en la KBO.
El lanzador tenarense Ángel Sánchez, SK, segunda temporada, 950 mil dolares (0-0 2.70). Raúl Alcántara, KT, primer año, 450 mil dólares más un bono de 200 mil por firmar (1-0 1.42)
Algunos jugadores tradicionales en los últimos años no están hasta el día de hoy presentes en Corea o Japón, en tanto otros comienzan su ciclo en un lejano oriente lleno de tradición y que ha hecho rico a varios jugadores criollos que salieron del béisbol de USA con poco en los bolsillos.