Por Miguel Cruz Tejada
Rosa Hernández, una dominicana de 46 años de edad, que entró a Estados Unidos con visa de trabajo cuya renovación le fue negada después que solicitó una cuarta extensión de estadía, y que sufre un cáncer terminal y fue puesta en deportación por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS).
De acuerdo con reportes, el consulado de Estados Unidos en Santo Domingo, República Dominicana, también le ha negado una visa humanitaria a sus hijos para que vengan a estar con su madre.
Hernández, que está ingresada en el hospital Harlem de la calle 135 y avenida Lenox en el vecindario del mismo nombre, está recibiendo tratamiento para el cáncer con un Medicaid (seguro de salud estatal) temporal de emergencia, después que el servicio completo de salud le fue cancelado por encontrarse ilegal en Estados Unidos.
Hablando desde su lecho en el nosocomio, ella pidió a las autoridades de inmigración que le permitan permanecer en los Estados Unidos, arguyendo que su vida depende de quedarse o no. Su abogado dijo que el USCIS decidió procesarla para ser repatriada, por abandonar el caso.
Explicó que debido al cáncer no pudo dar seguimiento al trámite de renovación de su visado.
Dijo que solicitó cuatro extensiones de la visa. En la respuesta del USCIS, la agencia le notifica que se le denegó la extensión porque ella abandonó los trámites. Dijo que su abogado le recomendó quedarse ilegalmente en Estados Unidos, pero ella rechazó la sugerencia y luchará porque inmigración le otorgue la extensión.
Como pariente, solo tiene a su sobrina, Elizabeth Rosario en Nueva York, quien informó que Hernández está recibiendo quimioterapia dos veces a la semana.
Fue diagnosticada con cáncer hace cuatro años.
Hernández dijo que debido a los avances del cáncer y la angustia por falta del visado, su situación está deteriorándose cada día más.