Bartolo García
En una noche para los libros y con toda la presión de un Juego 7, los Los Angeles Dodgers retuvieron su título de campeones de las Grandes Ligas, consagrándose como bicampeones tras vencer a los Toronto Blue Jays en un duelo épico que se extendió hasta entradas extras. Y en el centro de la gloria estuvo Yoshinobu Yamamoto, nombrado Jugador Más Valioso (MVP) de la Serie Mundial por su actuación magistral.
El encuentro estuvo cargado de drama, estrategia y momentos icónicos, pero fue el dominio de Yamamoto en la lomita —control, temple y ponches en momentos claves— lo que marcó la diferencia. Su presentación en el montículo no solo contuvo la ofensiva canadiense, sino que mantuvo viva la esperanza angelina hasta el momento decisivo.
DODGERS BICAMPEONES 🍾🎉 | Revalidan en las Grandes Ligas tras un séptimo juego no apto para cardíacos, y que necesitó de entradas extras para definirse. #WapaDeportes ⚾
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Los Blue Jays parecían encaminados a coronarse cuando llegaron al noveno episodio con ventaja mínima, pero la historia tenía un giro preparado. Miguel Rojas, con nervios de acero, conectó un jonrón que empató la pizarra y silenció el Rogers Centre, abriendo la puerta a la reacción angelina.
Tras contener a Toronto en la baja del inning, el duelo avanzó a entradas extras, donde la tensión se podía cortar con un bate. Fue allí cuando Will Smith se vistió de héroe ofensivo y descargó un cuadrangular decisivo en la undécima entrada, colocando a los Dodgers arriba y despertando la euforia en todo el dugout visitante.
Con la ventaja asegurada, el relevo angelino mantuvo la compostura, cerrando el juego con autoridad y asegurando un triunfo que quedará grabado en la memoria colectiva de la franquicia y de todo el béisbol.
La defensa de Los Ángeles también jugó un papel crucial, con jugadas clave que frenaron amenazas y preservaron el marcador en momentos críticos, reafirmando el trabajo en equipo como sello del club campeón.
A su vez, la derrota dejó a los Blue Jays con orgullo y dolor: dieron batalla hasta el final, empujaron la serie al límite y mostraron una competitividad que los consolida como contendientes de élite en el futuro inmediato.
Para Yamamoto, este triunfo representa un momento histórico. Su primer año en MLB se convierte en leyenda: llegó con grandes expectativas desde Japón, respondió a cada reto y terminó erigiéndose como MVP de la Serie Mundial, un honor reservado para los más grandes.
Este campeonato también consolida al manager Dave Roberts, quien apostó fuerte por su grupo, confió en sus brazos y tomó decisiones audaces en momentos críticos.
A nivel histórico, los Dodgers se convierten en el primer equipo en más de dos décadas en ganar títulos consecutivos, reafirmando una dinastía moderna en el béisbol profesional.
Los aficionados angelinos celebraron con júbilo la hazaña, recordando que para lograr momentos inmortales se necesita talento, disciplina y corazón, cualidades que este equipo demostró en cada capítulo de la temporada.
El béisbol volvió a ofrecernos una historia épica: héroes inesperados, tensión absoluta y un desenlace escrito desde la grandeza. Los Dodgers levantan la copa nuevamente y el nombre de Yoshinobu Yamamoto queda sellado entre los gigantes, como el pitcher que brilló cuando más importaba.
Con su corona renovada, Los Ángeles celebra y el mundo del béisbol se rinde ante un Juego 7 que ya tiene lugar asegurado entre los más memorables de todos los tiempos.

