En el marco de nuevos escándalos, Sean “Diddy” Combs ha sido señalado por exigencias específicas para las mujeres en sus fiestas privadas, conocidas como “Freak Off”. Una organizadora de eventos que trabajó con el rapero entre 2004 y 2005, reveló que Combs insistía en que las invitadas pesaran menos de 140 libras, utilizando una báscula para verificar el peso de cada una. La organizadora, quien pidió anonimato, afirmó: “Las chicas tenían que ser jóvenes y atractivas, y se evitaban tatuajes, cabello corto y cualquier señal de celulitis”. Además, el código de vestimenta era rígido, exigiendo vestidos cortos y tacones altos sin excepciones.
Acusaciones de abuso y explotación sexual
Las revelaciones se alinean con acusaciones recientes. Entre estas, una mujer afirmó que fue agredida en 2000, cuando tenía solo 13 años, y el abogado Tony Buzbee ha revelado que más víctimas planean demandar a Combs por presunto abuso. Según documentos de la Fiscalía de EE. UU., Diddy está acusado de utilizar “violencia e intimidación” para obtener participación en sus eventos, además de facilitar drogas y amenazar con afectar las carreras de quienes se negaran.
Investigación federal y pruebas de video
En marzo, los funcionarios federales allanaron dos propiedades de Combs, incautando cientos de videos sexuales y artículos de parafernalia. Testigos han declarado que las “Freak Off” incluían actividades sexuales grabadas y dirigidas por el propio Combs. Aunque Diddy ha negado rotundamente todas las acusaciones, enfrenta cargos por conspiración, tráfico sexual y extorsión, junto con varias demandas civiles.
Las fiestas y su impacto en el ámbito judicial
Los videos incautados, que contienen escenas de mujeres en actos sexuales y en presencia de Combs, forman parte de una investigación federal. Se espera que las grabaciones, junto con testimonios de múltiples denunciantes, sean claves en los casos de abuso y explotación presentados contra él.