En 2008 las autoridades rechazaron un proyecto de extracción de uranio porque la concesión se superpone a más de 100 sitios de pinturas rupestres y petroglifos de 5.000 años de antigüedad
El gerente de Macusani Yellowcake, Ulises Solís, dijo el lunes en una conferencia de prensa que busca socios por 800 millones de dólares para “construir lo que podría ser la mina de litio más grande del mundo”, informa Reuters. Actualmente, el mayor yacimiento de ese recurso mineral se encuentra en el Salar de Uyuni, en Bolivia, con nueve millones de toneladas.
En 2005, el Instituto Nacional de Cultura (hoy Ministerio) declaró patrimonio cultural de la nación las pinturas rupestres de Corani y Macusani, en la provincia de Carabaya (Puno), por iniciativa de Rainer Hostnig, un investigador independiente que ha estudiado las representaciones entre 2001 y 2008, aproximadamente. Hostnig lo hizo porque el Estado peruano entregó a la empresa minera canadiense Pacific una concesión de 30.000 hectáreas para la explotación de uranio.
“El área concesionada conformada coincide en su totalidad con una zona que alberga la mayor concentración de arte rupestre en el suroriente peruano, en su mayoría perteneciente a la época de cazadores-recolectores”, decía Hostnig, citado en la norma que emitió el ente rector.
En 2011, el Ministerio de Cultura reconoció al monumento arqueológico prehispánico como patrimonio cultural en la categoría “paisaje cultural arqueológico”. El área abarca más de 36.000 hectáreas a 4.500 metros de altura.
Uranio de calidad
Solís señala que las reservas de litio halladas son de alta ley “pues un salar importante (como los de Chile y Bolivia) posee una ley promedio de 500 partes por millón (ppm)”. En el yacimiento Falchani han encontrado material de entre 3.500 a 4.000 ppm. Asimismo, indicó que pedirán al Gobierno peruano que emita una norma acerca de la explotación de material. Los trabajos de exploración iniciaron en el 2007 y, hasta el momento, las perforaciones están centradas en solo el 15% de la superficie de un terreno mayor a 910 kilómetros cuadrados.
Solís dijo que trabajarán para obtener los permisos legales y pedirán al Gobierno que emita una norma sobre la explotación de material minero radioactivo. “No hay legislación para el manejo de uranio”, sostuvo.
Una fuente del sector privado minero indicó a EL PAÍS que desde hace diez años, en la concesión de Macusani Yellowcake, mineros ilegales extraen uranio —con pico y pala— y lo comercializan. EL PAÍS buscó la versión del gerente de Macusani Yellowcake pero no respondió al pedido.
Ana María Pino, una experta en el arte de la región Puno, refirió a este diario que en 2008, por gestión de Hostnig, el World Monument Fund incluyó a las pinturas rupestres de Macusani y Corani en la Watch list de los lugares más amenazados del mundo.
Nancy Rossel, ex alcaldesa de Carabaya, provincia a la que pertenecen los distritos de Macusani y Corani, dijo a EL PAÍS que en 2007 y 2008 informó al Instituto Peruano de Energía Nuclear que las empresas habían dejado perforaciones abiertas “y tenían un almacén sin ninguna garantía, los trabajadores tampoco tenían seguridad. En un foro en la provincia dijimos que no se podía permitir la exploración y explotación del uranio porque no hay una ley para ello”, sustuvo.
“De alguna manera, en estos años, las empresas han avanzado en comprar terreno de los pobladores. Para entrar a la zona del arte rupestre hay que ir por una trocha, pero no permiten pasar”, añadió Rossel. elpais.com