Por Ramona Bourdierd
Patrón problemático de consumo de alcohol que provoca un deterioro o malestar médico significativo y que se manifiesta por dos de los hechos siguientes en el plazo de 12 meses:
1 – Se consume alcohol con frecuencia en cantidades superiores o durante tiempos más prolongados del previsto.
2 – Existe un deseo persistente o fracasos en los intentos de abandonar el consumo de alcohol.
3 – Se invierten mucho tiempo en las actividades necesarias para conseguir alcohol, consumirlo o recuperarse de sus efectos.
4 ansias o un poderoso deseo de consumirlo.
5 – Consumo recurrente que lleva a las personas al incumplimiento de sus obligaciones fundamentales.
6 – Derroche continuado de dicha sustancia a pesar de sufrir problema social o interpersonal.
7 – El consumo de esta sustancia provoca el abandono o la reducción de importantes actividades sociales y/o profesionales.
8 – El consumo recurrente en muchas ocasiones provoca un riesgo físico.
9 – Se continúa con el alcohol a pesar de tener conciencia de tener un problema físico o psicológico persistente o recurrente probablemente causado o empeorado por la ingesta de alcohol.
10 – Tolerancia, definida por algunos de los siguientes hechos:
Una necesidad de consumir cantidades cada vez mayores de alcohol para conseguir la intoxicación o el efecto deseado.
Un efecto notablemente reducido tras el consumo continuado de la misma cantidad de alcohol.
Características diagnósticas:
El trastorno por consumo de alcohol se define como una agrupación de síntomas y conductas físicos, en los que están la abstinencia, la tolerancia y el deseo intenso de consumo.
La abstinencia de alcohol se caracteriza por síntomas que se desarrollan entre 4 y 12 horas después de la reducción del consumo, tras la ingesta de alcohol de forma prolongada e intensa. Como la abstinencia de esta sustancia puede ser muy desagradable, las personas pueden seguir consumiendo a pesar de las consecuencias adversas, sobre todo para evitar o aliviar los síntomas de abstinencia.
Algunos de estos síntomas (ejemplo: las alteraciones del sueño) pueden perdurar meses a baja intensidad y conllevar una recaída. Una vez que se desarrolla un patrón repetitivo e intenso de consumo, las personas que cursan con trastorno por consumo de alcohol pueden emplear gran cantidad de tiempo en obtener y consumir bebidas alcohólicas.
Prevalencia:
El trastorno por consumo de alcohol es frecuente. En Estado Unidos, la prevalencia del consumo de esta sustancia a los 12 meses se estima en un 4,6 % en los adolescentes de entre 12 a 17 años y en un 8,5 % en los adultos mayores de 8 años. Las tazas de trastorno en el hombre es 12,4 % y en las mujeres de 4,9 %. La prevalencia a los 12 meses del trastorno de consumo de alcohol en el adulto disminuye con la madurez, y alcanza sus cifras más elevadas entre los 18 y los 29 años (16,2 %) y la mínima en la persona con más de 65 años (1,5 %).
Desarrollo y curso:
El primer episodio de intoxicación suele suceder hacia la mitad de la adolescencia. El problema relacionado con el alcohol que no se cumple todos los criterios de trastornos de consumo o los problemas aislados suelen suceder antes de los 20 años, pero la edad de inicio del trastorno por consumo de alcohol con dos o más criterios alcanza el máximo en la adolescencia tardía.
Este trastorno suele percibirse erróneamente como una afección intratable, basándose quizás en el hecho de que las personas que acuden al tratamiento tienen frecuentemente antecedentes de haber tenido problema grave relacionado con el alcohol durante muchos años.
Criterios diagnósticos:
A – Ingesta reciente de alcohol.
B – Comportamiento problemático o cambios psicológicos significativamente medico (comportamiento sexual inapropiado o agresivo, cambio de humor, juicio alterado, entre otros) que aparecen durante o después de la ingesta de alcohol.
Características diagnósticas:
Lo esencial de esta intoxicación es la presencia de diferentes cambios de patrones de comportamiento o psicológicos (labilidad emocional, deterioro del juicio, deterioro de la actividad social o laboral entre otros), clínicamente significativo que se desarrollan durante o poco tiempo después de la ingesta de la sustancia (criterio B). Estos cambios se acompañan de la evidencia de problema del funcionamiento y del juicio y, si la intoxicación es intensa, pueden ocasionar síntomas físicos, coma y en ocasiones, la muerte.
Los síntomas no pueden ser atribuibles a otra afección médica:
Criterios de la abstinencia de consumo de alcohol.
A -El cese (o reducción) del consumo de esta sustancia ha sido muy intenso y prolongado.
B -Aparición de dos o más de síntomas siguientes a las pocas horas o pocos días de cesar o reducir el consumo.
- Hiperactividad del sistema nervioso autónomo (eje, sudoración o ritmo del pulso superior a 100.lpm.
- Incremento del temblor de las manos.
- Insomnio.
- Náuseas y/o vómitos.
- Agitaciones psicomotoras.
- Ansiedad.
- Convulsiones.
Estadísticas nacionales:
La República Dominicana está entre los principales países de consumo de alcohol en América.
El 60 % de accidentes de tránsito involucran el alcohol y la tasa de fallecimientos que implican esta sustancia ronda el 41 %.
Los accidentes de tránsito consumen un 59 % del presupuesto de los hospitales de trauma
No hay cifras exactas de muertes por consumir alcohol.
Ramona Bourdierd. Estudiante Psicología Clínica Reside en Santo Domingo