Familiares del dominicano Allan Feliz, de 31 años, quien murió hace un año (17 de octubre de 2019) a manos de agentes policiales en El Bronx, demandan del alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, y del Comisionado de NYPD, Dermot Shea, el despido de los uniformados que participaron en el crimen y saquen a los agentes asesinos de la comunidad, sostuvo Samy Feliz, hermano de la víctima.
Durante una manifestación frente a la alcaldía este pasado lunes, donde se sumó el Defensor del Pueblo, Jumaane Williams, los familiares y representantes de organizaciones, exigieron que los oficiales implicados rindan cuentas ante la justicia.
El dominicano murió dentro en la avenida Bainbridge con la calle 211, en el mencionado condado, a eso de las 3:00 de la tarde, cuando fue detenido durante una parada rutinaria de tránsito, por presuntamente no llevar el cinturón de seguridad, y al solicitarle que saliera rehusó hacerlo y se produjo un enfrentamiento verbal y físico al tratar de sacarlo a la fuerza, y en eso el sargento Jonathan Rivera le disparó en el pecho, muriendo horas después en un hospital.
Los otros uniformados que intervinieron en el incidente, fueron identificados como Edwar Barrett y Michele Almánzar. Tanto el sargento Rivera como la oficial Almánzar, son también de origen dominicano.
“Loyda Colón, codirectora del Comité de Justicia, dijo que es indignante que De Blasio esté obligando a otra familia a salir a las calles para exigir justicia, y hacer que los contribuyentes de la ciudad desembolsen decenas de miles de dólares para seguir pagando los salarios de los oficiales que mataron a Feliz.
La fiscal del estado, Letitia James, recomendó a final del pasado mes, que el Departamento de Policía de NY, no intervenga en acciones de control rutinario de tráfico, un cambio radical que, según ella, evitaría incidentes como el que terminó con la vida de Allan James Feliz.
Por Ramón Mercedes