Denuncian ola de robos, atracos y asesinatos en San Isidro y El Bonito
Sector militar afectado por la delincuencia
Dirigentes comunitarios de San Isidro y El Bonito, en Santo Domingo Este, han levantado su voz para denunciar la intensa ola de robos, atracos y asesinatos que se ha apoderado del sector. Esta situación se ha vuelto alarmante, ya que afecta a una zona colindante con importantes instalaciones militares como la Fuerza Aérea Dominicana, la Academia Militar Batalla de las Carreras y un centro de entrenamiento del Ejército Nacional.
Exigen acción de las autoridades
A través de un comunicado dirigido al presidente Danilo Medina, al Director de la Policía Nacional y al Ministro de las Fuerzas Armadas, el Consejo de Desarrollo de San Isidro ha exigido la intervención de las autoridades para hacer frente a esta problemática. La comunidad de San Isidro, compuesta en su mayoría por familias militares, vive en constante zozobra debido a la inseguridad que impera en la zona.
Violencia en las calles
Los dirigentes comunitarios han expresado su preocupación por la violencia desatada en las calles, donde incluso los propios militares son víctimas de asaltos y asesinatos a plena luz del día. Un claro ejemplo de esto fue el reciente asesinato del capitán retirado José Luis Payano Bonilla, quien fue atacado por delincuentes con el único propósito de robarle su arma de fuego.
Impacto en la comunidad
Este tipo de hechos ha generado un clima de miedo y desconfianza en la comunidad de San Isidro, donde hombres y mujeres temen salir de sus hogares tanto de día como de noche. Los reportes de robos en hogares y centros comerciales, así como las riñas y el desorden en el tránsito, han aumentado significativamente en la zona.
Respuesta insatisfactoria de las autoridades
A pesar de las denuncias presentadas ante el Ministerio Público y la Policía Nacional en Santo Domingo Este, la comunidad de San Isidro aún no ha recibido una respuesta satisfactoria por parte de las autoridades. La falta de acción para combatir la delincuencia ha generado un sentimiento de impotencia y desamparo en los habitantes de la zona.