El cantautor cubano Silvio Rodríguez, muy conocido en el país, del cual se hizo ciudadano hace algunos años, sin renunciar, por, supuesto, a su condición de cubano, manteniendo principios y valores inalienables, ha escrito un artículo sobre los apagones en la isla, que me gustaría compartir con los lectores de esta columna.
Como todos soben, en Cuba se han producido lagos y tediosos apagones que amenazan con la estabilidad y la gobernabilidad, que es precisamente lo que busca Estados Unidos, en su afán por terminar con el socialismo en La Habana. Los invito a leer detenidamente las opiniones del amigo del pueblo dominicano, Silvio Rodríguez.
Por Silvio Rodríguez
Cuba atraviesa por su mayor crisis energética, con la práctica totalidad de la isla y en 10 de 11 millones de habitantes privados de electricidad. Los apagones que venían sucediéndose con cada vez mayor frecuencia y duración desde hace tiempo, se convirtieron en una caída total del sistema eléctrico a raíz de la salida del sistema principal central termoeléctrica, el jueves 17 de los corrientes, lo cual obligó a suspender clases y a cerrar casi toda actividad económica mientras las autoridades y los técnicos trabajan para restablecer el fluido. La población teme que esta situación derive en una inminente hambruna debida a la putrefacción de los alimentos.
La causa inmediata de la crisis se encuentra en la falta de combustible para alimentar a sus centrales termoeléctricas, empeorada por una coyuntura climática que retraso la llegada de un buque con fuel oíl. Sin embargo, la causa última es la misma que comparten los grandes y pequeños problemas de la isla: el bloqueo comercial y financiero impuesto por Washington hace más de seis décadas con el propósito declarado de reducir por hambre a la población cubana y obligarla a levantarse contra sus autoridades. Aunque dicho objetivo siniestro se ha visto frustrado, las dificultades interminables que debe enfrentar La Habana para captar divisas y adquirir insumos esenciales si han llevado al país a una lacerante escasez de todo lo necesario para la vida cotidiana.
Muchas veces se piensa que el argumento del bloqueo es un mero pretexto y se olvida la naturaleza criminal de las decenas de leyes y decretos que conforman el más tupido entramado de agresiones no armadas dirigidas contra una nación soberana. Como isla ubicada en el mar Caribe, la vocación económica natural de Cuba se encuentra en el turismo, y su ubicación a sólo 144 kilómetros de Estados Unidos hace de los estadounidenses su mercado lógico y elemental. Pero las normas ilegales de Washington prohíben a sus ciudadanos viajar a la isla. La aplicación ilegal de sanciones no sólo afecta a los habitantes de la superpotencia, sino que cualquier empresa, de cualquier parte del planeta, que compre o venda, cualquier objeto, así sea una cebolla, un medicamento para el cáncer o un cuaderno para que los niños estudien, a La Habana se atiene a ser perseguido y aplastada por el país que controla dictatorialmente el sistema financiero global. Una de las fuentes de ingresos más importantes para la práctica totalidad de los estudios latinoamericanos y caribeños, las remesas enviadas por sus connacionales que trabajan en el exterior, también se encuentra cerrada para Cuba porque no se le permite acceder al sistema internacional de pagos, uno de los muchos tentáculos del imperialismo estadounidenses.
Desde que Hugo Chávez llegó democráticamente al poder en Venezuela a la c cabeza de la Revolución Bolivariana, Caracas ha prestado un inestimable auxilio al pueblo cubano con sus envíos de hidrocarburos. Pero conforme Washington ha hecho a los venezolanos víctima de las mismas atrocidades que perpetra contra los cubanos, el mismo gobierno de Nicolás Maduro ha debido recortar su ayuda a Cuba, lo cual ha terminado de desbordar una situación sumamente precaria. Asimismo, a La Habana, se le impide comprar maquinarias, herramientas y refracciones con revertir el deterioro de la infraestructura electro energética, por lo que los fallos seguirán siendo estructurales en tanto a la bota de Washington asfixie a la Isla. A Cuba tampoco le impide acceder a la tecnología necesaria para emprender la transición energética, pese a que, en el discurso, el actual ocupante de la Casa Blanca y otros líderes occidentales se proclaman impulsores de la lucha contra el cambio climático.
En el presente siglo, salvo Israel sobre el pueblo Palestino, ningún país ha sido tan sistemática y duraderamente sádico con la población civil como Estados Unidos en su embate contra los cubanos. El sufrimiento humano y el despojo de toda perspectiva de vida digna en su propia tierra son el testimonio del total desprecio de la clase política estadounidense hacia el bienestar de las personas y la libertad en nombre de la que hablan.
PD: América Latina y el resto del mundo no pueden permitir que Cuba sucumba ante el bloqueo económico, político y cultural que le ha sido impuesto por Estados Unidos por más de 60 años. México, Venezuela, Brasil, Colombia, China, Rusia, entre otros países, tienen que mantener su respaldo al valiente e indomable pueblo cubano ofreciéndole toda la cooperación y solidaridad que precisa en estos momentos, para que el poderoso imperio estadounidense que lo acosa incesantemente, no logre su propósito de terminar con el gobierno socialista y democrático que impera en la Isla caribeña.