Se estima que por día nacen más de 300 000 niños en todo el mundo. Cada parto es distinto y las mujeres pueden atravesarlo de diferentes maneras, pero existe una variedad de señales o síntomas generales, como contracciones, cambios en el flujo vaginal, dolores abdominales o en la espalda. Si estás esperando un bebé, conocer las señales puede ayudarte a atravesar este proceso.
1. Descenso del bebé
Se produce cuando colocan su cabeza entre la pelvis materna. En la mayoría de los casos, este proceso ocurre entre 2 o 3 semanas antes del parto, aunque puede darse a sólo minutos del nacimiento. Si estás embarazada, este movimiento te permitirá respirar mejor, pero también puede generarte una presión que te obligará a ir más seguido al baño.
2. Contracciones
Entre las 20 y 37 semanas de embarazo pueden sentirse dolores en el vientre, espalda y abdomen. Esto no quiere decir que se haya iniciado el trabajo de parto: las contracciones durante el período gestacional entrenan el útero para el momento del nacimiento. La intensidad y frecuencia con la que se producen determinan si son contracciones de entrenamiento o propias del trabajo de parto.
También conocidas como contracciones de Braxton Hicks, suelen presentarse durante el tercer trimestre, de manera irregular y produciendo un dolor moderado en el vientre, aunque no ameritan una visita al hospital. Su duración oscila entre 15 y 20 segundos y desaparecen al descansar o cambiar de posición. Si son dolorosas, se recomiendan baños calientes y masajes en la espalda para aliviar la tensión.
Esta sustancia de aspecto gelatinoso y color transparente, blanquecino o rosáceo bloquea el orificio cervical y protege al bebé de infecciones durante el embarazo. Su expulsión suele ser causada por las falsas contracciones y puede ocurrir días u horas antes del parto, siempre indicando que la dilatación ha comenzado. No es un síntoma para acudir al hospital, pero si una señal para estar alerta.
Significa que se ha roto el saco amniótico, que contiene el líquido que rodea y protege al bebé. Puedes estar tranquila si el color del líquido es transparente, aunque contenga rastros de sangre. Esto quiere decir que se ha dado una coincidencia entre romper fuente y la expulsión del tapón mucoso. Si el líquido es oscuro deberás acudir al hospital para evitar complicaciones.
Advertencias
Romper bolsa antes de la semana 37 de embarazo se conoce como rotura prematura de membranas. Esto puede ocurrir por antecedentes de rotura prematura, inflamación de las membranas fetales, sangrado vaginal durante el segundo y tercer trimestre, fumar o consumir drogas durante el embrazo, o tener bajo peso. Si esto ocurre, acude a tu médico para no tener problemas.
5. Contracciones de parto
Suelen iniciarse de manera suave y espaciada, con duraciones de 20 segundos. Causan dolores de espalda y riñones, que luego se dirigen hacia el vientre, volviéndolo duro. Al darse cada 10 minutos, con una duración de 30 segundos, es hora de ir al hospital. Esto no significa que vaya a producirse el parto, en el caso de las primerizas, tardará entre 8 y 12 horas en completar la dilatación.
Debes decidir si te atenderá tu ginecólogo, la matrona en casa o irás a urgencias directamente. También se aconseja que calcules el tiempo que te llevará trasladarte hasta el hospital y cómo irás hasta allí. Ten preparados tus documentos de identidad, la cartilla de seguridad social, la historia médica, bolsos y todo lo que necesites llevar al hospital.
Las contracciones son una clara señal de que comenzó el trabajo de parto. Debes estar atenta si se presentan en un lapso de 5 minutos con una duración de entre 45 y 60 segundos. También es importante considerar el tránsito y la distancia al hospital, para evitar complicaciones puedes salir mientras tengas contracciones cada 10 o 15 minutos.
Otras recomendaciones
Durante el embarazo los especialistas aconsejan seguir una alimentación saludable, rica en frutas y vegetales (bien lavadas para evitar infecciones), carnes y pescados magros, granos y semillas, para obtener ácido fólico, ácidos grasos Omega 3, calcio, fibra, hierro, yodo y vitaminas. También debes evitar el alcohol, tabaco, y los productos refinados, procesados, dulces o grasosos.