Doblete de Max y Checo, con Leclerc tercero y un gran Alonso que sólo fue superado por Piastri en toda la prueba. pese al rimo limitado del Aston
Verstappen se ha llevado la segunda victoria en dos carreras en el GP de Arabia Saudí, tras una prueba en la que nadie le intimidó de nuevo y con la que logra el triunfo 56 de su trayectorias. Son 50 puntos para él de otros tantos posibles, mientras Checo se lleva otro segundo puesto y Leclerc acaba tercero. Primer podio del monegasco este año, gracias al ataque de apendicitis de Carlos Sainz, que parecía estar mejor que él en los Libres, incluso enfermo de gravedad.
La prueba estuvo marcada por un accidente de Lance Stroll que se fue contra el juro en la vuelta siete y provocó que la mayoría entrara a boxes, todos los coches importantes, salvo Norris y Hamilton, que buscaron la estrategia de ir lo más largo posible con el medio inicial.
Alonso, quinto, los mantuvo a raya
Para Alonso fue una carrera de aguante, de resistencia sorda en la distancia, manteniendo a Russell por detrás a un 1,5 segundos durante más de 40 vueltas, y abrazando un quinto que es de otro puro teniendo en cuenta el ritmo en carrera de este Aston Martin. Dos Mercedes y un McLaren a su espalda, casi un milagro.
La lucha con Russell fue agónica, pero Fernando se agarró como pudo a esos 10 puntos. No es muy vistoso para los aficionados, pero la gestión fue excelente por su parte del juego de duros que puso en la vuelta 7 y estiró hasta la 50 sin dar opción a su amigo George. Implacable, como siempre, le sacó de quicio y de rueda en la parte final de la prueba.
Norris y Hamilton fueron impotentes para alcanzar al debutante Oliver Bearman, que ha cumplido con creces. En Australia ya estará Sainz en ese Ferrari, que es el suyo por el resto de la temporada. Bonito el sueño del joven, pero que ahora deje a un profesional como la copa de un pino.
