El proyectil lanzado por Pyongyang voló cerca de 750 kilómetros antes de caer en el mar, previsiblemente debido a un fallo
La península de Corea y los mares y territorios que la rodean han vuelto a amanecer este jueves con el sobresalto de una salva de misiles de prueba lanzados por el régimen comunista de Pyongyang. En la jornada anterior, Corea del Norte realizó ensayos con el disparo de al menos 23 proyectiles de distinto alcance disparados en varias direcciones. Uno de ellos cayó cerca de aguas territoriales de Corea del Sur tras atravesar la frontera marítima de facto entre ambos países y obligó a activar las alertas antiaéreas en una isla surcoreana. En la mañana de este jueves, el vecino del norte ha lanzado al menos otros tres cohetes, activando las alarmas en algunas zonas del centro y el norte de Japón. A última hora del día, ha vuelto a disparar otros tres misiles.
Uno de los cohetes lanzados podría ser un misil balístico intercontinental, según han recogido las agencias japonesas y surcoreanas, con capacidad de transportar cabezas nucleares largas distancias alrededor del globo antes del impacto. Su disparo, registrado en torno a las 7.40 (hora local), ha alertado a Tokio, que ha enviado una alerta de refugio a los residentes de las prefecturas de Miyagi, Yamagata y Niigata. El misil ha volado unos 750 kilómetros y ha alcanzado una altura cercana a los 2.000 kilómetros ―la exosfera― y una velocidad máxima de mach 15 (en torno a los 18.000 kilómetros por hora) antes de caer en el mar de Japón, posiblemente debido a un fallo en el lanzamiento, según han asegurado mandos militares surcoreanos.
El ministro de Defensa japonés, Hamada Yasukazu, ha explicado que al advertir que el proyectil podría sobrevolar Japón, se ha emitido un aviso a través del sistema nacional de emergencia J-ALERT, pero más tarde se ha corregido esta información, al confirmar la desaparición del misil del radar en algún punto del mar de Japón. El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas surcoreanas ha asegurado que los otros dos detectados son misiles balísticos de corto alcance que han volado unos 330 kilómetros a una altura máxima de 70 kilómetros.
“Corea del Norte ha realizado repetidos lanzamientos de misiles balísticos en los últimos días. Esto es una barbaridad y no debe tolerarse nunca”, ha denunciado el primer ministro japonés, Fumio Kishida. “Ya he dado instrucciones a los organismos pertinentes para que comprueben si hubo daños, proporcionen la información adecuada al público y analicen toda esa información”, ha añadido.
Altos funcionarios de los Gobiernos de Japón, Estados Unidos y Corea del Sur han mantenido conversaciones telefónicas también este jueves para discutir el in crescendo balístico de Corea del Norte en 2022: el régimen comandado con puño de hierro por el líder supremo Kim Jong-un ronda ya los 30 lanzamientos de prueba este año, muy por encima de los registros de años previos.
Entre los ensayos, destaca el lanzamiento en marzo del mayor proyectil intercontinental de su arsenal, conocido como El monstruo ―aunque este ensayo se considera un fracaso por parte de Estados Unidos y Corea del Sur―, y el disparo hace un mes de otro misil de largo alcance que sobrevoló Japón y obligó a algunos de sus ciudadanos a refugiarse. Uno de los disparos efectuados el miércoles rompió un nuevo tabú al sobrevolar la frontera marítima de facto entre Corea del Norte y Corea del Sur por primera vez desde que acabó la guerra entre ambas partes, en 1953. El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, lo calificó como un “acto efectivo de intrusión territorial”. Diversos analistas creen, además, que Pyongyang podría estar preparando un nuevo ensayo nuclear, más de cinco años después de la última prueba atómica.
El martes, poco antes de arrancar la ronda de disparos que ha enturbiado el ambiente en la región, Pyongyang reclamó a Estados Unidos y a la vecina Corea del Sur que detengan el desarrollo de unos ejercicios militares conjuntos en los que participan más de 240 aviones, algo que el Norte considera una “provocación militar”.
Tras el lanzamiento de misiles de este jueves, Estados Unidos y Corea del Sur han anunciado que prolongarán estos ejercicios más allá del viernes, cuando tenían previsto concluir. La decisión ha enfurecido de nuevo a Corea del Norte, que la ha calificado de “peligrosa”. El acto aboca la situación actual “a una fase incontrolable”, ha replicado Pak Jong-chon, secretario del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea del Norte, a través de una declaración recogida por la agencia oficial del país, KCNA. “EE UU y Corea del Sur llegarán a saber el error irrevocable y terrible que han cometido”, ha añadido.
La jornada ha concluido en esta zona del mundo de la misma manera que empezó el día: fuentes gubernamentales japonesas y del Ejército surcoreano aseguraron que entre las 21.30 y 21.40 (hora local, ocho menos en la España peninsular) Corea del Norte disparó nuevamente otros tres misiles de corto alcance que habrían volado en torno a 500 kilómetros a una altitud máxima de 150 kilómetros.
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