Por 220 votos contra 211, la Cámara de Representantes dio luz verde a la enorme ayuda fiscal para impulsar la economía del país en plena crisis provocada por la pandemia de coronavirus
El Congreso de Estados Unidos aprobó este miércoles el plan de estímulo por 1,9 billones de dólares impulsado por Joe Biden, una importante victoria para el presidente demócrata en el comienzo de su mandato que busca dar alivio a pequeñas empresas y familias afectadas por la pandemia de coronavirus.
Este plan, aprobado por 220 contra 211 (fue fuertemente rechazado por los republicanos), ayudará según el gobierno y los expertos a una economía muy dañada por la pandemia, y además será un sostén para los estadounidenses de a pie, ya que contempla extender la duración del seguro por desempleo e incluye la entrega de 1.400 dólares en ayudas directas a través de cheques para los hogares de menos ingresos.
Los 1,9 billones de dólares son equivalentes al PIB de Italia en 2020. Un monto suficiente para tener un impacto considerable en el crecimiento, según los economistas, y sobre la vida de millones de estadounidenses.
Estados Unidos necesita “desesperadamente” estas medidas para salir de la crisis provocada por la pandemia, señaló el mandatario, que prometió promulgar el “plan de rescate” en cuanto sea adoptado por el Congreso.
En un comunicado publicado poco después del voto, Biden celebró su aprobación y aseguró que las voces de “un abrumador porcentaje de estadounidenses -demócratas, independientes y republicanos- han sido oídas”.
“Ahora seguimos adelante con los recursos necesarios para vacunar a la nación. Enviar pagos directos de USD 1,400 al 85 por ciento de los hogares estadounidenses. Expandir la cobertura y ayudar a reducir los pagos de seguridad social. Darle a los pequeños comercios lo que necesitan para permanecer abiertos. Expandir el seguro de desempleo, proveer alimento y asistencia nutricional. De mantener un techo sobre la cabeza de las personas. De reducir a la pobreza infantil a la mitad”, expresa la misiva.
“Se trata de darle a la espina dorsal de esta nación -los trabajadores esenciales, la gente trabajadora que construyó este país, las personas que lo mantienen en marcha- una posibilidad de seguir luchando”, agregó el mandatario, quien rubricará la legislación el viernes.
Los republicanos se opusieron a esta iniciativa, al considerarla una medida de “extrema izquierda” que va más allá de la lucha contra la crisis causada por el coronavirus.
El plan de Biden superó la primera etapa decisiva el martes por la noche con el voto de proceso en la Cámara: 219 demócratas aprobaron las normas que regularán la votación final, mientras que 209 republicanos y un demócrata las rechazaron.
“Es una ley notable, histórica, que conducirá a una transformación profunda y permitirá avanzar mucho en la lucha contra el virus y responder a nuestra crisis económica”, aseguró el martes la presidenta demócrata de la Cámara, Nancy Pelosi.
Este martes, el 46º presidente de Estados Unidos visitó, de su lado, la que es considerada como la ferretería más vieja de Washington, que se benefició de uno de los programas de ayuda del gobierno de Donald Trump, cuyas medidas serán prolongadas ahora.
Los demócratas insisten en el hecho de que con su versión, las pequeñas empresas familiares, y especialmente las gestionadas por personas integrantes de minorías, recibirán un mayor apoyo.
“Dimos un paso de gigante” para ayudar a los estadounidenses, había dicho Biden el sábado tras la votación en el Senado de este plan, una de sus grandes promesas de campaña.
“Estamos muy entusiastas, optimistas, y llenos de esperanza por lo que está por ocurrir”, escribió en Twitter el jefe de gabinete de Biden, Ron Klain, este martes.
Biden recuerda sin cesar el ejemplo de la gran crisis de 2008, cuando fue la mano derecha de Obama para poner en marcha el plan de rescate a la economía estadounidense en 2009, e insiste en que es mejor pensar en grande para tratar de evitar una recaída.
La mayor economía mundial tuvo una contracción de 3,5 % el año pasado, la mayor desde la Segunda Guerra Mundial. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) el mercado laboral volverá a su nivel previo a la pandemia recién en 2024, si no se aplica una medida de estímulo.
De acuerdo a los expertos, este paquete millonario debería impulsar el crecimiento. Según la Casa Blanca, esta ley “histórica” creará más de 7 millones de nuevos puestos de trabajo este año, abaratará costos de salud y salvará vidas al impulsar la vacunación contra el covid.
La Presidencia afirma igualmente que la pobreza en los niños se reducirá a la mitad.
El proyecto de Biden contempla también mantener muchos de los programas anteriores de otros paquetes de ayuda aprobados en 2020, por 2,2 billones de dólares y 900.000 millones respectivamente, repartirá cheques de hasta 1.400 dólares a muchos estadounidenses y concederá ayudas a los gobiernos estatales y locales con problemas de liquidez. También prolongará subsidios por desempleo excepcionales que caducan el 14 de marzo, hasta septiembre.
Este plan “llevará a una transformación profunda”, afirmó el martes Hakeem Jeffries, uno de los líderes demócratas de la Cámara.
Pero para el legislador republicano Steve Scalise, los demócratas no se enfocan en la lucha contra la pandemia, sino que impulsan “un programa de extrema izquierda” con el que “empujan a la próxima generación a la bancarrota con una montaña de deuda”.
Un año después de que la pandemia irrumpiera, provocando una grave crisis económica que dejó millones de desempleados, el proyecto también contempla fondos para la vacunación.
Con información de AFP