Los Raptors volvieron a ganar de visitante, esta vez por 105-92, en la casa de los Warriors y tomaron ventaja de 3-1 en la serie
De la mano de otra actuación superlativa de Kawhi Leonard, los Toronto Raptors se pusieron a una victoria de hacer historia y conseguir el primer título de la franquicia en sus 24 años de vida: superaron 105-92 a Golden State Warriors y están 3-1 al frente en las Finales de la NBA.
En modo MVP. Así está jugando esta serie Leonard, como si ya sabría que tiene asegurado el trofeo de Jugador Más Valioso de la definición de la NBA. Al igual que sucedió en el tercer juego de la serie, el partido mostró la mejor versión del ex compañero de Manu Ginóbili. El número 2 de Toronto fue decisivo para construir un triunfo valiosísimo para los Raptors, que volvieron a ganar en cancha ajena y están a un paso de la consagración.
Leonardo quebró a los Warriors en el inicio de la segunda mitad. Con 17 de sus 36 puntos en el tercer cuarto, encabezó el ataque de los Raptors, que ganaron dicho parcial por 37-21, marcando lo que sería el destino final del juego 4 de las finales de la NBA.
Kawhi tuvo un partido completo en los 40 minutos que estuvo en cancha: a su poder anotador le sumó 12 rebotes, 3 robos, 2 asistencias y 1 tapa. Contó con una eficacia del 50 por ciento de campo (11 de 22), un alto porcentaje en tiros de tres puntos (55.6% gracias a su 5-9) y estuvo perfecto desde la línea de tiros libres (9-9). Hasta hoy, Leonard está dominando la definición de la NBA y se transformó en el gran candidato a ganar el MVP de las Finales, trofeo que ya recibió cuando se consagró campeón con los San Antonio Spurs en la temporada 2013/2014.
“Kawhi Leonard jugó de manera increíble. Ese tercer cuarto le dio la ventaja a su equipo y la mantuvo. Jugamos bien por 26 minutos y después perdimos el control el partido”, dijo Stephen Curry después del partido, destacando el gran nivel de la super estrella de Toronto. Pero Leonardo no estuvo sólo, tuvo un ladero que volvió a ser determinante, al igual que en el partido previo de la serie.
Serge Ibaka, el español de origen congoleño, volvió a ser fundamental en los dos costados de la cancha. Presionó a sus rivales en defensa (sumó dos tapas) y estuvo casi perfecto en su actuación en ataque: sumó 20 puntos en 22 minutos, con un 9-12 de efectividad en sus tiros. “Quiero jugar al básquet. Y hoy tuve espacio para hacerlo. Kyle (Lowry) y Kawhi hicieron un gran trabajo encontrándome”, analizó post partido el 9 de los Raptors. El que también destacó la noche de Ibaka fue Steve Kerr, el entrenador de Golden State: “Encontraron a Serge muchas veces en la pintura y tuvo un gran partido. Les doy crédito porque jugaron muy bien ofensivamente. La verdad que es un equipo completo, tienen de todo”, dijo.
Para los Warriors, no hay mañana. En lo que pudo haber sido el último partido en la historia del Oracle Arena (después de 47 años jugando en ese estadio, la franquicia se mudará a una nueva arena la próxima campaña), a los actuales bicampeones de la NBA no se los vio sólidos para intentar igualar la serie.
A pesar de haber contado con el regreso de Klay Thompson (no jugó el partido 3 por una molestia en el tendón de la corva de su pierna izquierda), que terminó como el máximo anotador del equipo con 28 puntos, y el aporte de siempre de Curry -cerró la noche con 27 unidades-, la ausencia de Kevin Durant parece ser demasiado importante para el presente del equipo.
Golden State está 0-6 en las Finales de NBA cuando no logra anotar más de 100 puntos, y no tenerlo a Durant, una de las piezas clave en el ataque de los Warriors, está siendo decisivo para la franquicia californiana. “No está terminado todavía. Suena cliché pero hay que ir un partido a la vez. Erré muchos tiros que generalmente meto”, comentó Curry en diálogo con la prensa una vez concluido el enfrentamiento.
“Tenemos que ganar otro partido. Es algo que hicimos muchas veces”, dijo Kerr, sumándose a lo dicho por una de sus figuras, de cara a lo que será el resto de la serie, que volverá el lunes a Canadá. Con el público a favor, Toronto buscará ganar su primer título de la NBA, mientras que los Warriors buscarán triunfar para estirar esta historia que, todavía, no tiene escrita su última palabra.
Solo un equipo pudo dar vuelta un déficit de 1-3 para lograr el campeonato: fueron los Cleveland Cavaliers de LeBron James en las finales del 2016, justamente frente a Golden State. El récord es de 1-33 cuando un equipo se pone 3-1 al frente en las finales de la NBA. infobae.com