Bartolo García
Santiago, RD.– En un escenario nacional marcado por la polarización y el ruido informativo, las entidades que integran Compromiso Santiago consideraron un deber cívico reconocer aquellas gestiones públicas que se distinguen por el rigor, la templanza y el respeto irrestricto a la institucionalidad.
En ese contexto, la organización destacó la labor de la vicepresidenta Raquel Peña, cuya actuación pública —afirma— ha estado guiada por la coherencia, la responsabilidad y un firme sentido de Estado.
Compromiso Santiago señaló que, a lo largo de los años y desde un ejercicio sostenido de análisis responsable, ha valorado de manera consistente el desempeño de Peña al frente de la Oficina de la Vicepresidencia.
Asimismo, subrayó su rol como coordinadora de tres gabinetes de relevancia estratégica, espacios desde los cuales ha demostrado capacidad para enfrentar desafíos complejos y conducir procesos con resultados verificables.
La entidad resaltó la habilidad de la vicepresidenta para articular voluntades diversas, propiciar consensos y orientar decisiones hacia soluciones efectivas, siempre con una visión de país centrada en el bien común.
Más allá de los resultados tangibles, Compromiso Santiago indicó que el ejercicio público de Peña refleja rasgos constantes de su trayectoria profesional: disciplina, constancia y compromiso genuino con el desarrollo nacional.
En esa continuidad —señala el pronunciamiento— reside una de sus mayores fortalezas, al actuar hoy con la misma ética que ha orientado su vida profesional antes de asumir responsabilidades públicas.
Reconocer este tipo de liderazgo, aclaró la organización, no constituye propaganda ni alineamiento partidista, sino un acto de madurez cívica y una defensa consciente de la institucionalidad.
Para Compromiso Santiago, la ciudad necesita referentes públicos que aporten seriedad al debate y contribuyan a pensar el desarrollo con una mirada de largo plazo.
La entidad advirtió que emitir juicios sin sustento y de manera ligera, poniendo en duda la honorabilidad de servidores públicos, empobrece el debate democrático.
Ese tipo de prácticas —añadió— desalienta la participación de profesionales de alto valor llamados a servir con vocación y responsabilidad al país.
Por ello, el colectivo cívico hizo un llamado a detener la descalificación infundada y a elevar el nivel de la conversación pública en todos los espacios.
Compromiso Santiago exhortó a ejercer la comunicación con responsabilidad, apego a los hechos y sentido de país, como base para una democracia más sana.
Finalmente, reiteró su compromiso con la promoción de la institucionalidad, el rigor en la gestión pública y el fortalecimiento del debate democrático.
La organización concluyó que reconocer el mérito, exigir responsabilidad y defender la verdad son prácticas indispensables para construir confianza ciudadana y avanzar hacia un desarrollo sostenible.

