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Si tuviéramos que elegir la aplicación que más utilizamos cada día, esa sería sin duda alguna WhatsApp. Aunque no sea nuestra app de mensajería favorita, WhatsApp es sin duda alguna la aplicación más popular y renegar de ella solo supone no poder comunicarte con la mayoría de la gente que nos rodea.

Altice

A lo largo del día mandamos cientos de mensajes, a la familia, a la pareja o en nuestro grupo de amigos. Desde escribir un simple “Buenos días” hasta compartir ese vídeo viral que circula por Internet, WhatsApp es un fenómenos social y como todo fenómeno social, también tiene sus peligros.

Porque enviar un WhatsApp te puede salir muy caro

Porque en Internet no todo vale. Si utilizar Twitter para insultar amparándonos en el anonimato que un “alias” y una pantalla de ordenador nos ofrece no es la mejor de las ideas, utilizar una aplicación como WhatsApp para amenazar a alguien tampoco es que sea bastante recomendable –ni inteligente–. Sin embargo, ya sea porque nos creamos intocables o porque simplemente no somos conscientes de las repercusiones que nuestras acciones pueden tener al utilizar las nuevas tecnologías, lo cierto es que de vez en cuando surgen historias como estas.

Tal y como nos informa el diario jurídico Confilegal, una mujer ha sido detenida por enviar un simple mensaje de WhatsApp a su exjefe. Y no, no le estaba pidiendo un aumento de sueldo.

En el mensaje, la mujer exigía a su antiguo jefe el inmediato ingreso en su cuenta bancaria de 2.000 euros si no quería que llamara a todos los clientes de la empresa para filtrar datos e información de esta. Evidentemente el dueño de la empresa no accedió al “chantaje”, denunció a las autoridades y tras una investigación, la mujer ha acabado arrestada e inmersa en un procedimiento penal que terminará con un –presuntamente– final no muy feliz para ella.

Indica Carlos Rubio en el portal Andro4all que este hecho ha ocasionado que las autoridades españolas hayan empezado a advertir acerca de los peligros de la tecnología. La policía española informa que los peligros de utilizar Internet van mucho más allá de posibles virus o de mensajes de phising que pretenden robar nuestros datos personales, si no que también un simple mensaje en Twitter o el envío de un WhatsApp pueden generarnos bastantes problemas desagradables.

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Por lo tanto, es hora de empezar a hacer un uso responsable de las nuevas tecnologías. Si a ninguno de nosotros se nos ocurriría contestar a la señora nigeriana que nos envía un mensaje felicitándonos por la herencia millonaria que acabamos de ganar, ¿por qué utilizamos aplicaciones tan populares como Twitter o WhatsApp de manera que podríamos estar cometiendo algún delito?

La protagonista de la noticia seguramente no pensó lo suficiente al intentar coaccionar a su exjefe vía WhatsApp pero lo cierto es que un simple mensaje de texto le ha podido arruinar la vida y todo en apenas unos segundos que cuesta escribir el mensaje y darle a enviar. Aprendamos de esto por favor.

A lo largo del día mandamos cientos de mensajes, a la familia, a la pareja o en nuestro grupo de amigos. Desde escribir un simple “Buenos días” hasta compartir ese vídeo viral que circula por Internet, WhatsApp es un fenómenos social y como todo fenómeno social, también tiene sus peligros.

Porque enviar un WhatsApp te puede salir muy caro

Porque en Internet no todo vale. Si utilizar Twitter para insultar amparándonos en el anonimato que un “alias” y una pantalla de ordenador nos ofrece no es la mejor de las ideas, utilizar una aplicación como WhatsApp para amenazar a alguien tampoco es que sea bastante recomendable –ni inteligente–. Sin embargo, ya sea porque nos creamos intocables o porque simplemente no somos conscientes de las repercusiones que nuestras acciones pueden tener al utilizar las nuevas tecnologías, lo cierto es que de vez en cuando surgen historias como estas.

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Tal y como nos informa el diario jurídico Confilegal, una mujer ha sido detenida por enviar un simple mensaje de WhatsApp a su exjefe. Y no, no le estaba pidiendo un aumento de sueldo.

En el mensaje, la mujer exigía a su antiguo jefe el inmediato ingreso en su cuenta bancaria de 2.000 euros si no quería que llamara a todos los clientes de la empresa para filtrar datos e información de esta. Evidentemente el dueño de la empresa no accedió al “chantaje”, denunció a las autoridades y tras una investigación, la mujer ha acabado arrestada e inmersa en un procedimiento penal que terminará con un –presuntamente– final no muy feliz para ella.

Indica Carlos Rubio en el portal Andro4all que este hecho ha ocasionado que las autoridades españolas hayan empezado a advertir acerca de los peligros de la tecnología. La policía española informa que los peligros de utilizar Internet van mucho más allá de posibles virus o de mensajes de phising que pretenden robar nuestros datos personales, si no que también un simple mensaje en Twitter o el envío de un WhatsApp pueden generarnos bastantes problemas desagradables.

Por lo tanto, es hora de empezar a hacer un uso responsable de las nuevas tecnologías. Si a ninguno de nosotros se nos ocurriría contestar a la señora nigeriana que nos envía un mensaje felicitándonos por la herencia millonaria que acabamos de ganar, ¿por qué utilizamos aplicaciones tan populares como Twitter o WhatsApp de manera que podríamos estar cometiendo algún delito?

La protagonista de la noticia seguramente no pensó lo suficiente al intentar coaccionar a su exjefe vía WhatsApp pero lo cierto es que un simple mensaje de texto le ha podido arruinar la vida y todo en apenas unos segundos que cuesta escribir el mensaje y darle a enviar. Aprendamos de esto por favor.

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