En la playa es uno de los lugares en los que se producen mayor cantidad de intoxicaciones alimentarias. Las altas temperaturas, que favorecen el desarrollo de microorganismos, las comidas fuera de casa y los viajes hacen que el número de casos se multipliquen.
Algunas reglas generales indican que hay que beber siempre agua envasada y precintada. A la hora de lavarse los dientes, también es recomendable usar siempre agua potable o potabilizada.
Por regla general, es preferible evitar la comida de venta ambulante, los crudos o semicrudos, la fruta pelada y los lácteos que no estén envasados.
Si aún así hay intoxicación, lo importante es acudir rápido al médico para tomar las medidas necesarias e iniciar el tratamiento adecuado.
Recomendaciones: bebe entre dos y tres litros de agua potable al día, para mantener tu cuerpo hidratado. Evita las bebidas o productos excesivamente azucarados, ya que pueden aumentar las deposiciones.
Un alimento cocinado, es un alimento higienizado. Los que no puedan ser consumidos inmediatamente o las sobras que se quieran guardar, deben mantenerse bajo la acción del calor, por encima de 60º C, o del frío, a 7º C como máximo. Si vas a consumir pescado crudo o poco cocinado en casa, hacelo después de haberlo mantenido congelado durante varios días.