Cuando compramos un dispositivo en esta época, rara vez suponemos que durará.
Esperamos jugar con una consola de videojuegos solo durante el periodo en que las compañías lancen juegos para ese aparato. Esperamos usar los celulares o las computadoras portátiles mientras rinda la batería o hasta que ya no puedan ejecutar programas importantes.
En algún momento, sentimos que debemos comprar uno nuevo. Debemos tener la mejor cámara, la más reciente. Debemos tener aplicaciones que se ejecuten con más velocidad. Debemos tener pantallas más brillantes.
Esto es lo que ocurre: todo es obra de los profesionales de la mercadotecnia, y su trabajo queda grabado en nuestro subconsciente. La realidad es que los electrónicos de consumo, como tu celular, computadora o tableta, pueden durar muchos años. Tan solo se necesita algo de investigación para obtener tecnología que dure. Este ejercicio será cada vez más importante durante la recesión provocada por la pandemia, la cual ha obligado a muchos de nosotros a cuidar nuestros gastos.
“Es una cuestión de comprar lo que necesites, no lo que la compañía te dice que necesitas”, comentó Carole Mars, directora de desarrollo técnico e innovación en el Consorcio por la Sustentabilidad, que analiza la sustentabilidad de los productos de consumo.
El proceso de elegir de manera estratégica productos tecnológicos con una vida útil más prolongada no es intuitivo. Requiere evaluar la facilidad con que se repara un producto específico y determinar cuándo tiene sentido invertir más dinero. A continuación, algunas preguntas que considerar a largo plazo.
¿El dispositivo es fácil de reparar?
La próxima vez que compres un producto electrónico, intenta esto: antes de adquirirlo, averigua si tú o un profesional puede arreglarlo fácilmente. Si es así, cómpralo. Si es demasiado difícil, opta por otra cosa.
Vincent Lai, que trabaja para Fixers’ Collective, un club social en Nueva York que repara dispositivos viejos, ofreció varios enfoques para evaluar si un dispositivo puede arreglarse fácilmente:
— Consulta iFixit, un sitio web que ofrece instrucciones para reparar aparatos. El sitio separa los componentes de algunos dispositivos y hace un análisis de la facilidad con que pueden repararse. El iPhone SE de Apple, por ejemplo, tiene un puntaje de reparación de seis de diez (diez es lo más fácil de reparar), así que podría ser un dispositivo que valga la pena considerar para tenerlo durante un periodo prolongado.
— Revisa si los técnicos locales pueden reparar el dispositivo. Muchos técnicos tienen los componentes y la capacidad para arreglar celulares populares como los dispositivos iPhone o Samsung Galaxy. Sin embargo, si quieres comprar un celular de una marca menos popular, como OnePlus o Motorola, vale la pena llamar primero para averiguar si alguien puede arreglarlo en caso de que algo salga mal.
— Averigua si hay una comunidad de entusiastas. A veces no hay reparadores locales que puedan ayudar con un producto, pero quizá haya entusiastas que escriban sus propias guías que puedes seguir. Aunque quizá no puedas encontrar a alguien que repare un cepillo eléctrico de dientes Philips Sonicare cuya garantía venció, hay instrucciones para componerlo en iFixit.
¿La batería es remplazable?
Uno de los indicadores más claros de la durabilidad de un producto es saber si las baterías son remplazables. Los dispositivos que funcionan sin cables se alimentan por medio de una batería de iones de litio, que únicamente puede cargarse un determinado número de veces antes de deteriorarse.
Afortunadamente, la mayoría de los celulares y computadoras portátiles tienen baterías que pueden ser remplazadas por profesionales. Sin embargo, los productos más compactos tienen componentes que están pegados y sellados de manera hermética, por lo que resulta imposible remplazar sus baterías. Los audífonos inalámbricos como los AirPods de Apple y los QuietComfort 35 de Bose son ejemplos de productos populares con baterías irremplazables. En cuanto se agotan las baterías, debes comprar otro par.
Si compras un dispositivo con batería —incluyendo marcos de imágenes digitales, cámaras inalámbricas de seguridad y bocinas Bluetooth— haz una búsqueda en la web para ver si la batería puede remplazarse. De no ser así, considéralo desechable.
¿El producto es confiable?
Como los electrodomésticos, los productos tecnológicos tienen índices de falla, es decir, la proporción de unidades funcionales y defectuosas. Estos índices pueden darte una idea de la confiabilidad de la marca.
Consumer Reports, conocidos por publicar puntajes de confiabilidad de electrodomésticos, recopila datos de confiabilidad similares para celulares, computadoras portátiles, tabletas, televisores e impresoras llevando a cabo encuestas dirigidas a los suscriptores que tienen esos productos.
La gente suele tener más problemas con los productos que tienen componentes móviles, como las impresoras con cartuchos de tinta, a diferencia de los electrónicos como televisores o tabletas, dijo Jerry Beilinson, editor de tecnología de Consumer Reports. Las impresoras Brother obtuvieron buenos puntajes en las encuestas de la publicación. En cuanto a los celulares, Apple y Samsung tuvieron sólidos puntajes de confiabilidad.
Lai de Fixers’ Collective recomienda adoptar un enfoque comunitario para evaluar la confiabilidad. Él lee foros web como Reddit para ver qué está diciendo la gente sobre un producto. Si una gran cantidad de consumidores reporta problemas con el dispositivo, dijo, opta por no adquirirlo.
¿Debería gastar más dinero?
Otra regla general que considerar es invertir más en un producto para hacer que dure. Eso no significa que debas comprar el celular o la computadora más costosa del mercado. No obstante, sí implica invertir en configuraciones que te hagan más feliz a largo plazo, dijo Nick Guy, escritor sénior de Wirecutter, una publicación de The New York Times que pone a prueba productos.
Usemos el iPad como ejemplo. Si quieres un iPad, podrías pagar 329 dólares por el modelo básico con 32 gigabytes de almacenamiento. Sin embargo, tal vez sea una mejor idea gastar 429 dólares en el modelo que tiene 128 gigabytes de almacenamiento: esa es cuatro veces la capacidad, que puedes usar para tener aplicaciones, juegos, fotografías y videos durante años.
En la jerga tecnológica, esta estrategia se conoce como “prepararse para el futuro”.
Si te desagrada la idea de gastar más, hay una manera de evitarlo. Puedes comprar el mismo producto más costoso pero usado —es decir, comprar un dispositivo devuelto por un cliente y restaurado a su estado original— a un precio mucho menor, comentó Mars.
¿El software es fácil de actualizar?
Debido a que muchos dispositivos modernos, como los celulares y las tabletas, en su mayor parte no tienen componentes móviles, su software es un factor de peso para determinar su longevidad. Después de que una compañía deja de proporcionar actualizaciones de software para un dispositivo, puedes esperar toparte con problemas como que tus aplicaciones favoritas dejen de funcionar adecuadamente.
En este aspecto, los iPhone tienen una ventaja en comparación con los celulares Android. Cada año, cuando Apple lanza un nuevo sistema operativo para el iPhone, generalmente funciona con celulares de hasta hace cinco años. (El sistema iOS 14 de Apple, que se lanzará este otoño, dará soporte al iPhone 6S de 2015). Eso significa que, cuando compres un iPhone, probablemente tendrá nuevas funciones y mejoras de estabilidad al menos durante cinco años.
Los usuarios de Android tendrán más dificultades. Generalmente, los fabricantes proporcionan actualizaciones de software para los dispositivos de Android durante dos o tres años.
Para eludir esa complicación, los usuarios de Android podrían recurrir a la comunidad de usuarios. Para algunos celulares Android, dijo Lai, hay entusiastas que ofrecen los llamados ROM, o sistemas operativos personalizados, que pueden instalarse para mantener actualizado el software. Revisa el sitio web XDA Developers para ver si los reparadores están creando software personalizado para el celular Android que quieres comprar.
¿Eso resuelve el problema?
Muchos dispositivos domésticos inteligentes —electrodomésticos ordinarios con sensores inalámbricos y una conexión a internet— ofrecen beneficios interesantes, como un refrigerador con cámara que envía una alerta a nuestro celular cuando se está acabando la leche.
Solo ten en mente que los llamados productos domésticos inteligentes pueden crear más problemas de los que pueden resolver. Un bote de basura que abre su tapa automáticamente cuando mueves la mano encima quizá parezca mágico, pero necesita baterías y tiene componentes móviles que terminarán por desgastarse.
“Si se mueve, si tiene una luz que parpadea, si puede conectarse a internet y revelar tu información, es un producto electrónico, y tendrás que enfrentar todos los problemas que este implica”, comentó Mars.
Todo se resume a comprar lo que de verdad necesites. A veces un producto normal será más que suficiente.