Este lunes 14 de marzo 2022, comenzó el despliegue de 168 policías uniformados en las calles de 28 vecindarios que incluyen el barrio dominicano del Alto Manhattan con el cuartel 34, uno de dos precintos en el barrio dominicano que abarca el vecindario Inwood.
El equipo de policías que antes trabajaban encubiertos noche y día en la Unidad Anti-Crimen, ahora están uniformados y la nueva unidad se denomina “Equipo de Seguridad del Vecindario”.
Parte de la misión es arrestar a los civiles armados para prevenir más tiroteos, asesinatos y atracos.
Los cuarteles incluidos en la primera fase 23, 25, 32 y 34 en Manhattan, 40, 41, 42, 43, 44, 46, 47, 48 y 52 en el Bronx, en Brooklyn figuran 67, 71, 73, 75º 77, 79, 81 y 83, en Queens, 103, 105 y 113 y los cuarteles de la Autoridad de Viviendas, 2, 3, 5 y 7.
Los patrullajes que comenzaron este lunes recorrieron parte de los vecindarios con mayor índice de violencia armada.
El despliegue es parte del plan del alcalde Eric Adams, quien a comienzos de año anunció sus estrategias para enfrentar la violencia armada y el crimen organizado en la ciudad.
El patrullaje cuenta con el apoyo mayoritario de los comunitarios, aunque muchos dicen que preferían a los policías encubiertos lo que, en el pasado, generó controversias y protestas contra la brutalidad policial que cobró las vidas en tiroteos a manos de esos agentes de numerosos civiles, incluyendo varios dominicanos.
Los restantes 300 policías integrados a la nueva unidad se sumarán después que concluyan entrenamientos de 7 días, dijo el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD).
“Están intensamente entrenados en técnicas de fuerza mínima, tácticas avanzadas, paradas de automóviles y otras aplicaciones de la ley”, dijo el viernes el jefe operativo del NYPD Ken Corey.
“La desescalada es esencial para todo esto, las habilidades de comunicación son una gran parte de ello, la capacitación en la sala del tribunal y, como indicó el comisionado de policía, la policía constitucional”, añadió el alto oficial.
El patrullaje se retrasó unas semanas.
Cada unidad tendrá un sargento al mando por cada cinco agentes. Si se asigna más de una unidad a un cuartel un teniente los supervisará.
Los nuevos equipos son una especie de reinicio de la controvertida unidad anticrimen del NYPD que se disolvió en 2020, bajo la administración pasada y en medio de las violentas protestas por la muerte del afroamericano George Floyd en Indianápolis.
Los uniformes fueron diseñados con pantalones tácticos azul marino, botas negras o zapatos con una camisa polo, sudadera de cremallera o chaleco de seguridad del vecindario con el logo del NYPD en la espalda y el frente, junto con parches con el nombre, el escudo, el rango y el mando del oficial, según se les explica a los policías en un memorando de la jefatura del NYPD.
Los policías de Seguridad del Vecindario también tienen la opción de usar una gorra de béisbol o un sombrero de punto con el logo del NYPD cosido en blanco, agrega el memorando.
Los oficiales patrullarán en autos encubiertos, que en última instancia estarán equipados con cámaras de tablero.
Los policías asignados a la antigua Unidad Contra el Crimen vestían ropa de civil y solo eran identificables como policías por la placa que colgaba alrededor de sus cuellos o en sus cinturones.
Esa unidad tenía un historial de tiroteos y muertes de alto perfil relacionados con la policía, incluido el incidente de 2014 en el que un policía vestido de civil mató al afroamericano Eric Garner con una llave de estrangulamiento en Brooklyn.
Por Miguel Cruz Tejada