El presidente colombiano, Gustavo Petro, expresó su preocupación el martes por la “grave” desaparición de “más de un millón” de armas y municiones de dos bases militares, que atribuyó a redes de tráfico vinculadas a grupos ilegales colombianos y extranjeros, con destino “probablemente” a Haití.
Petro afirmó que estas armas fueron sustraídas con la intención de abastecer a grupos armados en Colombia y posiblemente a conflictos en el extranjero, mencionando específicamente la situación en Haití. Según sus declaraciones desde la Casa de Nariño, las armas desaparecidas incluyen municiones, explosivos, granadas y misiles provenientes de las bases militares de Tolemaida y La Guajira.
El presidente señaló la existencia de redes que operan tanto dentro de las fuerzas militares como en la sociedad civil, dedicadas al comercio ilegal de armas, un problema que ha persistido durante un largo tiempo en el país.
Colombia, marcada por décadas de conflicto armado, ha enfrentado numerosos casos de corrupción y complicidad entre la fuerza pública, narcotraficantes y grupos guerrilleros.
El robo de armas fue descubierto durante una inspección de inventario. Petro destacó la proximidad de Haití a la base de La Guajira, donde una parte de las armas desaparecidas habría sido sustraída.
Recordó el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse en 2021 por un comando de mercenarios colombianos, resaltando la situación de caos social y violencia armada que ha enfrentado Haití desde entonces.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, mencionó que se están llevando a cabo investigaciones para determinar las responsabilidades y tomar las medidas adecuadas, incluyendo posibles despidos dentro de las bases militares afectadas.
Colombia sigue lidiando con las secuelas de un conflicto armado que ha dejado millones de víctimas en forma de secuestros, desapariciones, desplazamientos y asesinatos a lo largo de seis décadas.