Ser grosero e irrespetuoso quedará prohibido para el personal administrativo de la capital china, según los nuevos requisitos planteados por la Oficina Administrativa de Servicios Públicos de Pekín, que recientemente publicó un borrador del documento que establece el código de conducta para los funcionarios públicos.
El organismo seguirá recopilando los comentarios de la población hasta el 26 de octubre para ver cómo se puede mejorar el desempeño y la calidad de la atención al cliente. Entretanto, bajo la nueva regulación quedan prohibidas expresiones como «¿Cuál es la prisa?, ¿No ve que estoy ocupado ahora mismo?», «No es de mi incumbencia. Pregunte a alguien más», «¿No se lo acabo de decir? o ¿No entiende chino?», recoge Global Times.
Además, se prohíbe discutir con los clientes o ser innecesariamente enérgico a la hora de entregar los papeles. Entre las cosas que el personal de Pekín ya no podrá hacer formalmente durante sus horas de trabajo se cuentan: la compraventa de acciones, las llamadas telefónicas privadas y las compras en línea. Tampoco se permitirá ver videos y chatear.
Todos los funcionarios públicos deberán mostrar a los clientes su nombre con el puesto que ocupan y cumplir con el proceso de supervisión en tiempo real.
Con la nueva medida, las autoridades pretenden optimizar el entorno empresarial y aumentar el nivel de la confianza de la población en los servicios públicos.