Santo Domingo, RD.- Un cheque por $84,500 para la compra de un vehículo Lexus RX que aparece firmado por David Americo Ortiz Arias, nombre de pila del “Big Papi”, podría ser prueba en la pesquisa que llevan las autoridades en República Dominicana sobre el intento de asesinato contra el exjugador de Grandes Ligas.
Una copia del cheque circula desde este jueves en medios luego de que el Daily Mail lo compartiera como parte de una de sus historias en las que se reafirma en la teoría de que sicarios intentaron matar a Ortiz por unsupuesto triángulo amoroso.
De acuerdo con el reporte del medio británico, el documento de Bank of America tiene fecha del 10 de junio, un día después de que el expelotero de los Medias Rojas fuera baleado en el club Dial de Santo Domingo.
Un memo del cheque lee: “compra de vehículo” y aparece el nombre de María Yeribell Martínez. Según los informes extraoficiales, el auto había sido comprado para Martínez, una supuesta amante de Ortiz. La joven ha rechazado tener una relación más allá de amistad con la leyenda del béisbol, a pesar de que incluso la señalan como esposa de un presunto narco que habría mandado a matar al “Big Papi” por el vínculo prohibido entre ambos.
Desde que surgieron los reportes del caso, las menciones a un auto de lujo como regalo a la dominicana, fueron centro de las especulaciones sobre las causas del ataque.
El Daily Mail contactó a concesionarios de autos en la isla para que ver si podían confirmar la autenticidad de la transacción. Pero, declinaron bajo el argumento de que hay una pesquisa en curso.
Al momento, las autoridades en RD han detenido a seis personas. Sin embargo, no han dado detalles sobre el móvil del crimen.
Ortiz se mantiene en recuperación en un hospital de Boston y se espera que sea dado de alta pronto.
Los portavoces de prensa del expelotero y su familia, no han querido hacer comentarios sobre el alegado lío de faldas.
Mientras que el representante de Ortiz, Leo López, se limitó a decir que aunque es obvio que fue un acto de asesinos contratados, Big Papi y su acompañante, el comunicador Jhoel López, nunca imaginaron que estuvieran en peligro.