El piloto mexicano finaliza en el segundo lugar tras el abandono de Max Verstappen. Leclerc vuelve a demostrar su dominio en el Ferrari
Por DIEGO MANCERA
Elpáis.com
El suspenso invadió el asfalto en Melbourne, pero no el coche de Checo Pérez. El piloto mexicano terminó segundo en el Gran Premio de Australia tras un fin de semana tan extenuante como lleno de rabia para Red Bull. Su compañero, Max Verstappen, tuvo que renunciar a la carrera luego de que el auto se incendiara. El de Jalisco peleó para alcanzar su lugar en el podio, el primero de la temporada y, de paso, impartió una lección a los dos Mercedes. Charles Leclerc se quedó con una cómoda victoria que le afianza en la cima de la clasificación.
El domingo australiano pintaba ser muy bueno para el mexicano que arrancó desde la tercera posición. Frente a él estaban Charles Leclerc y Max Verstappen. Pérez batalló en el inicio contra su compañero para intentar no pegarle con el auto y eso le abrió el camino a un Lewis Hamilton que le arrebató el tercer sitio. Mala comunicación entre los Red Bull. El azar, sin embargo, se metió a la pista de Australia y le jugó mal a Carlos Sainz, que tuvo problemas con el Ferrari y tuvo que abandonar.
En la relanzada de la carrera, Checo Pérez tenía en el punto de mira el siete veces campeón de la Fórmula 1. La potencia del Red Bull había demostrado ser superior a la del Mercedes. También en cuanto a estabilidad. Fue en ese momento donde la pericia demostró que es superior al big bata. En el décimo giro, el mexicano ganó la curva interior para sobrepasarle. Una maniobra que volvió a exhibir que la calidad al volante no depende del pasaporte, ni de la edad.
El obrero Checo Pérez peleó para conservar ese valioso tercer lugar. Hamilton perdió la distancia y tenía problemas para controlar los saltos del coche. De la vuelta 16 a la 19, el británico sacó estabilidad del bolsillo para recortar la distancia y volver a atacar al latinoamericano. Mientras ocurría esa batalla, Verstappen pidió cambiar de neumáticos; el mexicano salió a cambiar las suyas en el giro 21, algo que le hizo retroceder al parcial noveno puesto.
Hamilton le ganó la batalla a Pérez en la estrategia de neumáticos. La rivalidad entre ambos volvió a mostrarse en el giro 23. El de Red Bull logró superarle. El británico supo que había perdido. Y, de nuevo, otro auto que ya no podía más provocó el safety car. El auto de Sebastian Vettel terminó fuera de combate. El coche de seguridad era un revés porque Fernando Alonso y George Russell estaban por delante.
En el segundo reinicio de la carrera, Checo Pérez medía lo suficiente para saber en qué momento atacar a Alonso y a su Alpine. En la vuelta 30, el Red Bull pudo más y ahora le quedaba intentar alcanzar los más de dos segundos de diferencia que tenía Russell. Era el momento del ataque mexicano. “Es más importante administrar el neumático que la posición”, le advirtieron por radio a Russell. “¡Eso no es lo que quiero oír!”, replicó el segundo piloto de Mercedes. El mexicano dio el segundo mazazo al equipo de las flechas plateadas en el giro 37 para quedarse con el tercer lugar.
Otro giro de tuerca en el guion de Australia se manifestó. En la vuelta 39, Verstappen tuvo que abandonar la carrera por problemas con el auto que empezó a incendiarse. El vigente campeón de la Fórmula 1 salió frustrado, como le ocurrió en Baréin. Eso le dejó la segunda posición a Pérez, sin ninguna posibilidad de pelearle a Leclerc, a más de 14 segundos.
Las dudas planearon sobre el garaje del equipo de la bebida energética. ¿El coche de Pérez también tendría un problema similar? Los ingenieros intentaban aplacar la situación. No hubo problemas mecánicos. El único Red Bull en el Circuito de Albert Park tuvo un error a la hora de girar y lo pagó al perder 1,5 segundos. Detrás de él, para su fortuna, Hamilton y Russell se peleaban por el tercer lugar.
El mexicano, a quien se le escapó el podio en Baréin en la última vuelta y también en Arabia Saudí donde ganó la pole, no quería sorpresas y cuidó el estado de sus neumáticos para evitar cualquier inesperado bache. Así, sumó el decimosexto podio en una trayectoria que inició en 2011, en un inicio muy agrio para la escudería del búfalo rojo. Hasta el momento, el mexicano es cuarto en el mundial, por encima de Hamilton y Verstappen. Le superan Sainz, Russell y Leclerc.