Santiago.-La primera dama de la República, Cándida Montilla de Medina, encabezó este martes el acto de graduación del Centro de Atención Integral para la Discapacidad (CAID), recinto de Santiago, de 54 niños y niñas que concluyeron el programa de terapia integral junto a sus familiares.
Los graduandos vistieron esclavinas azules, amarillas y verdes para recibir sus diplomas que certifican el logro de los objetivos contemplados en sus planes terapéuticos.
En la actividad denominada “Mi Apellido es CAID” celebrada en el salón de conferencia de la institución, egresan usuarios con la condición de Trastornos del Espectro Autista, Síndrome de Down y Parálisis Cerebral, como resultado la inclusión en su entorno social.
“Estamos muy felices de los aportes brindados por el CAID a estas familias que llegaron a las puertas de nuestro centro en busca del apoyo médico y humano que les asegurara poder sobreponerse a adversidades que no eligieron”, expresó Montilla de Medina.
Al completar su plan terapéutico, los niños y niñas y sus familias seguirán recibiendo beneficios de información, chequeos periódicos, orientación e integración en las actividades del CAID.
En el acto acompañaron a Montilla de Medina, el director del CAID Santiago, doctor Guillermo Ángeles Fernández y la coordinadora técnica del Despacho de la Primera Dama, Martha Rodríguez de Báez.
También el obispo auxiliar de la arquidiócesis de Santiago, Plinio Valentín Reynoso, la gobernadora de Santiago, Ana María Domínguez, el presidente del Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas (FONPER), Fernando Rosa y el empresario Arquímedes Cabrera, entre otras distinguidas personalidades.
Monseñor Valentín Reynoso felicitó a la primera dama por este centro al servicio de niñez con discapacidad tras resaltar que los niños son amigos de Dios.
En la actividad se proyectó un vídeo en el que varias familias contaron sus experiencias durante el proceso terapéutico.
Agradecieron el amor y la calidad de los servicios ofrecido por el CAID y a la primera dama, por creer en el potencial de sus hijos e hijas.
¡“Hola Cándida, yo seré un gran científico”!, saludó entusiasmado Diego Bernardo Báez, de 11 años, uno de los egresados.
Canción somos CAID
El programa del acto incluyó la presentación artística de un grupo de niños y niñas usuarios del CAID, que reciben terapias complementarias de música y danza-movimiento en el centro, como homenaje a los compañeros que despidieron con la canción “Somos CAID”.
Con el profesor de musicoterapia, Fausto Díaz, acompañados de guitarra, los niños y niñas cantaron, bailaron y con sonrisas se tomaron fotografías con la primera dama. Su actuación generó un largo aplauso y la algarabía del auditorio.
También se desveló el cuadro de la primera promoción de egresados de CAID Santiago, el cual será exhibido en el centro.
Los egresados recibieron además, un regalo y un portarretrato con imágenes de recuerdo de su estadía en el CAID.
Cosecha de siembras compartidas
Al pronunciar las palabras centrales del acto, la primera dama destacó que esta primera graduación de Mi Apellido es CAID en Santiago, es la hermosa cosecha de las siembras y esfuerzos compartidos entre calificados profesionales y familiares de nuestra población atendida.
Dijo que la conclusión de las terapias permite a los niños y niñas incorporarse al entorno social que los rodea, junto a sus familias, con derechos y deberes, como parte de las políticas públicas de inclusión social que impulsa el gobierno del Presidente Danilo Medina.
La poderosa fuerza de la voluntad y del amor
La primera dama consideró que la mejoría en las capacidades de cada uno de ellos y ellas es el testimonio más elocuente de la poderosa fuerza de la voluntad y del amor.
Montilla Medina agradeció la dedicación y entrega de los terapeutas, médicos y personal del CAID de Santiago, quienes con paciencia y mucho amor han logrado que estos niños y niñas hayan completado los objetivos y metas establecidos.
En tanto que el director del CAID Santiago, agradeció a la primera dama por pensar en la población con habilidades diferentes y gestar esta obra de amor que no sólo cambia las vidas de estos infantes y sus familias, sino que transforma las vidas de todos los involucrados.
También felicitó a todos los terapeutas y colaboradores del CAID por honrar con su juramento profesional y trabajar con el corazón.
Mejorando realidades
Ángeles Fernández consideró que el CAID, fruto de una iniciativa de la primera dama ha podido conectar, atender y cambiar la realidad de una población históricamente olvidada y que hoy se constituye en uno de los proyectos más importantes que responden a las políticas públicas de inclusión social que impulsa el gobierno.