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Joe Biden reafirmó el jueves su intención de alejarse de la industria petrolera, asumiendo un riesgo político a pocos días de las elecciones en Estados Unidos, que pueden definirse por el voto de estados clave que dependen de esta actividad.

Altice

“Me alejaré gradualmente de la industria petrolera, sí”, dijo claramente el candidato demócrata a la Casa Blanca durante su debate con el presidente saliente, Donald Trump.

“Voy a parar porque la industria petrolera contamina considerablemente”, insistió, subrayando que debería ser “sustituida con el tiempo por energías renovables”.

“Es una declaración increíble”, replicó Trump. “Destruye la industria petrolera. ¿Lo recordará en Texas? ¿Lo recordará en Pensilvania, Oklahoma, Ohio?”, preguntó el presidente, que a continuación calificó el plan ambiental de su oponente como un “desastre económico” para esos estados.

Los demócratas “quieren destruir edificios para poder reducir el tamaño de las ventanas”, dijo. “Si fuera por ellos, ni siquiera habría ventanas”.

Trump acusó a la energía eólica de ser “extremadamente cara” y “muy intermitente”, y de “matar a todos los pájaros”.

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También arremetió contra la hostilidad de su oponente hacia el gas de esquisto, una industria de la que dependen muchos empleos en Pensilvania, un estado fundamental por el que los dos candidatos luchan ferozmente.

Biden, nacido en Pensilvania, replicó que no tenía la intención de prohibir el desarrollo de gas de esquisto, sino de bloquear la emisión de nuevos permisos en tierras de propiedad estatal.

El cambio climático es “una amenaza existencial para la humanidad”, advirtió. “Tenemos la obligación moral de lidiar con eso”.

El ex vicepresidente estadounidense ya se había comprometido, en caso de ganar el 3 de noviembre en las urnas, a que Estados Unidos se reincorporará lo antes posible al Acuerdo de París sobre el clima.

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Trump decidió el retiro del país de ese acuerdo argumentando que estaba siendo tratado injustamente en comparación con otros países contaminantes.

“Miren China, qué asquerosa es. Miren Rusia, miren India. Es asqueroso. El aire es asqueroso”, dijo la noche del jueves.

Consultado el viernes sobre estas palabras, un portavoz de la diplomacia china optó por la ironía.

“No sé si lo notaron, pero el cielo es azul celeste hoy”, dijo Zhao Lijian en declaraciones a los periodistas en Pekín.

“Las elecciones estadounidenses no nos interesan. Nos gustaría que Estados Unidos dejara de involucrar a China en sus campañas electorales”, agregó.

China ha superado a Estados Unidos como el principal contaminador del mundo. Pero el presidente chino, Xi Jinping, prometió el mes pasado que su país comenzaría a reducir las emisiones de CO2 antes de 2030, un anuncio celebrado por varias organizaciones ambientales.

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