La cerveza es la bebida con alcohol preferida de los españoles, pero la consumen casi el doble de hombres que mujeres: 49,5% frente al 28,1%, según la Monografía Alcohol 2021 del Ministerio de Sanidad. ¿Es por eso que la barriga cervecera se suele asociar más con ellos? Pues no exactamente, pero efectivamente sí está más ligada a los varones, aunque las féminas tampoco se libran de ella. Esto es así porque se relaciona “fundamentalmente con la distribución de grasa inducida por hormonas androgénicas”, precisa Juan José González Soler, coordinador de la Unidad de Sobrepeso y Obesidad del Hospital Vithas Vigo.
Y si bien la ingesta de alcohol incrementa la obesidad general, la barriga cervecera se encuadra en el fenotipo de personas con extremidades delgadas y una zona central más pronunciada, de tal manera que existe una desproporción, explica Ana Rico, dietista-nutricionista y miembro de la Junta Directiva del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa).
Esta experta detalla que en las mujeres, las tripas más frecuentes, especialmente a partir de la menopausia, son las del tipo “flotador” que se caracteriza por tener “pliegues cutáneos a distintos niveles”, o la del “stress”, “conocida por una pequeña pronunciación en la zona más baja del abdomen”.
Más de dos cervezas a diario: daño hepático e hinchazón
La nutricionista Rico aclara que la cerveza en sí misma no aumenta la barriga, aunque puede dar esa sensación por la hinchazón de los gases. Sin embargo, cuando se consume en cantidades elevadas (más de dos al día), sí que “provocará un daño a nivel hepático donde uno de los síntomas evidentes es la distensión (hinchazón) de la zona abdominal causada por la acumulación de líquido. En este caso sí se produce un aumento de barriga y, por supuesto, un riesgo para nuestra salud tanto a nivel cardíaco como hepático”.
No obstante, si la ingesta de una o dos cañas en hombres y una en mujeres se combina con ejercicio adecuado y se lleva una dieta normocalórica, el doctor González incide en que “no debería ser causante de obesidad”.
Alimentos y hábitos que más aumentan la barriga
Además de la cerveza, entre las bebidas que más incrementan la barriga se encuentra los refrescos, apunta Rico. Y en lo que se refiere a alimentos, la especialista señala a los altos en grasa, ya que “producen un enlentecimiento de la digestión”. Y ojo con el consumo excesivo de fibra, incluso la presente en frutas y verduras (incluidas las legumbres), advierte la experta: “es muy saludable, pero en exceso puede ocasionar distensión abdominal, gases e incluso cólicos”.
La experta de CODiNuCoVa advierte, también, de dos hábitos que influyen en el aumento de la tripa: comer muy deprisa, porque “genera gases”, y masticar chicle, por la sustancia que cotienen, el sorbitol, que “el intestino no lo absorbe del todo bien”.
Además del alcohol, el doctor González también señala a las grasas como las peores para la obesidad, fundalmentalmente las saturadas, así como los azúcares refinados, aunque consumidos con moderación “y en personas con con buenos hábitos saludables, no tendrían por qué provocar obesidad”.
Está claro que la alimentación influye mucho en el aumento de la barriga, pero también la edad, la genética, el sedentarismo, el descanso, la actividad física y la retención de líquidos. “Cuando nos vamos haciendo mayores nuestro metabolismo se ralentiza, se quema menos grasa y aumentan los depósitos de la misma. Y esto conlleva a un aumento del tejido adiposo visceral”, advierte Rico.
Esta grasa visceral se acumula en la zona abdominal en el interior del cuerpo, junto a las vísceras, y “es de las más peligrosas, causa problemas cardiovasculares como trombosis, arterioesclerosis, hipertensión arterial o el conocido hígado graso”. El doctor González confirma esa vinculación entre una tripa voluminosa y la grasa que rodea el corazón, el hígado o los riñones: “La proporción del panículo adiposo abdominal se relaciona directamente de forma lineal con la grasa visceral. La obesidad visceral es de especial relevancia en cuanto al riesgo cardiovascular por encima de otros tipos de obesidad”.
Según el doctor, una de las principales causas de la ralentización del metabolismo es la disminución de la testosterona, algo que irremediablemente sucede a medida que se cumplen años, especialmente los hombres. Por eso, lo que se considera tripa cervecera, “no suele producirse en pacientes jóvenes, sino más bien en escenarios hormonales de mayores de 45-50 años”, comenta.
Pautas para bajar la barriga cervecera
Para disminuir el volumen de la tripa, los expertos recomiendan llevar una dieta saludable a diario sin exceso de grasas saturadas y hacer ejercicio todos los días. “Manteniendo siempre un buen equilibrio entre la dieta diaria y el ejercicio físico o la actividad física”, enfatiza González. Y seguir estas sencillas pautas, indica Rico:
- Reducir el consumo de bebidas carbonatadas.
- Comer más despacio y masticar despacio.
- No tomar comidas con grandes cantidades de grasa.
- No abusar en el consumo de chicles.
Alimentos y bebidas que disminuyen la barriga cervecera
Para disminuir la obesidad abdominal, González aconseja seguir una dieta hipocalórica con respecto a lo que cada persona consume a diario o potenciar el ejercicio físico. “Todos los alimentos que se incluyen en la dieta mediterránea, consumidos en la proporción adecuada, permiten asegurar las necesidades que nuestra actividad física diaria precisa”, puntualiza.
La dietista-nutricionista señala el anís como uno de los más utilizados (en sus diferentes versiones, estrellado, japonés, verde, de Florencia…) para los gases. Y añade como uno de los mejores el jengibre, que “además de eliminar los gases ayuda a combatir las náuseas y vómitos”, así como la melisa, el cardamomo y el cilantro. Por último, destaca el carbón activo, que “puede reducir los síntomas, pero también puede interferir en la absorción de fármacos”.