La representante del Banco Mundial, Alexandria Valerio, reconoció el apoyo brindado a Haití por la RD
Por Graciela C, Verónica R, María D
El tema de la migración haitiana no debe ser una solución única de la República Dominicana, sino de la comunidad internacional, consideró ayer martes la representante del Banco Mundial en el país, Alexandria Valerio.
La ejecutiva consideró que las autoridades haitianas perdieron el control normativo de sus leyes, por lo que se necesita de una solución “más robusta” para resolver la situación política y los conflictos sociales.
También reconoció que la República Dominicana ha hecho mucho trabajo por Haití. “Un tema que no es nuevo, ya que por muchos años los dominicanos han extendido su brazo amigo”, consideró. En un encuentro con ejecutivos del organismo y periodista, se habló sobre el financiamiento que destina el Banco Mundial a Haití.
“El Banco Mundial está financiando más y mejor dentro del programa de la cartera de Haití, y esa cartera se ha extendido para poder dar respuestas, para asegurar que la gente tenga medios para tener mejor vida”, informó Carolina Cárdenas, quien está a cargo de supervisar la operación de la Corporación Financiera Internacional en República Dominicana y Haití.
Los recursos son canalizados a través del sector privado, con el objetivo de ayudar a los empresarios a enfrentar la crisis interna, esperando que el sector pueda ser resiliente y supere los desafíos que hoy en día enfrentan. “Confiamos en que Haití puede superar esto y continuar avanzando”, indicó Cárdenas.
Estados Unidos se prepara
La administración de Joe Biden espera una migración masiva desde Haití ahora que el combustible fluye en el país caribeño, lo que permitirá a la población comprarlo para impulsar las embarcaciones y realizar el peligroso viaje por mar a Estados Unidos.
Las opciones son retenerlos en un tercer país o ampliar la capacidad del centro que opera en la bahía de Guantánamo, en Cuba, reportó por primera vez NBC News sobre la planificación del gobierno estadounidense para responder a la posibilidad de un éxodo desde Haití.
Estas alternativas se ponderan ante el control de las bandas armadas en los puertos, lo que hace más difícil para Estados Unidos devolver rápidamente a los migrantes rescatados en el mar. Incluso, en los últimos meses el número de haitianos interceptados en las aguas ha disminuido significativamente.
Desde un nuevo estallido de la violencia en Haití en este segundo semestre de 2022, las deportaciones por mar y aire de haitianos han disminuido, como revelan los datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la que atribuye esta baja por el contexto actual en Haití.
El país vive una violencia generalizada alimentada por protestas violentas y disturbios civiles, un aumento de la delincuencia, secuestros, tiroteos y guerras de pandillas. “Además, la escasez de combustible ha tenido un impacto directo en el transporte y ha hecho mucho más difícil viajar por el país. Como resultado, la mayoría de las repatriaciones se han suspendido”, dijo la OIM.
En octubre, el último mes reportado por el organismo internacional, apenas 88 personas fueron repatriadas hacia Haití por aire y mar y ninguna fue devuelta por Estados Unidos porque hasta el momento no se habían interceptado embarcaciones. Pero esto parece cambiar.
El lunes llegó a aguas de Florida el primer barco desde Haití luego de meses. Aunque la Guardia Costera se negó a confirmar las nacionalidades de las personas en el barco interceptado, dos fuentes le confirmaron al Miami Herald que provenía del país caribeño.