Shasta Darlington
El juez que preside el Supremo Tribunal Federal de Brasil revirtió una orden con la que se había suspendido una investigación contra Flávio Bolsonaro, el hijo mayor del presidente Jair Bolsonaro, y estableció que la pesquisa sobre las transacciones bancarias debe proceder.
La investigación por posible corrupción se ha convertido en uno de los mayores retos de Bolsonaro, político de derecha extrema que llegó al poder con su promesa de erradicar la corrupción política y los privilegios de las élites de Brasil.
El caso en contra de Flávio Bolsonaro comenzó a desarrollarse en diciembre de 2018, cuando investigadores financieros a nivel federal descubrieron que 1,2 millones de reales (alrededor de 327.000 dólares) habían sido transferidos hacia una cuenta bancaria de Fabrício Queiroz y poco después movidos a otra cuenta durante 2017. En ese momento, Queiroz era el conductor contratado por Flávio Bolsonaro, quien entonces era legislador estatal de Río de Janeiro.
Parte del dinero transferido terminó a nombre de Michelle Bolsonaro, la actual primera dama. Jair Bolsonaro, el presidente, ha dicho que las transacciones se deben a que Queiroz le estaba repagando un préstamo a Michelle.
Los fiscales en Río de Janeiro que investigan el caso han rechazado hacer comentarios por tratarse de un proceso en curso, pero la sugerencia hecha por expertos y críticos es que las transacciones, como solían suceder cerca de la quincena, podrían deberse a una práctica ilegal aunque común en Brasil: la contratación de empleados “fantasma”, que no se presentan, con el fin de embolsarse porciones de esos sueldos.
Además, las autoridades investigan 48 depósitos hechos en efectivo en cinco días de un mismo mes a la cuenta de Flávio Bolsonaro.
El ex legislador estatal ha negado haber cometido cualquier ilegalidad y dijo que los depósitos y transacciones eran el pago por una propiedad que vendió.
En octubre, cuando fue votado al Senado de Brasil, dijo que no estaba en investigación y que estaba dispuesto a reunirse con los procuradores. Pero en enero cambió de parecer y apeló ante el Supremo Tribunal Federal para pedir que se congelara la pesquisa con el alegato de que tiene el derecho a la inmunidad política como senador.
La corte no estaba en sesión, por lo cual el juez encargado acordó suspender la investigación pese a que las transacciones habían ocurrido cuando Flávio Bolsonaro era un legislador estatal. En la ley brasileña, los legisladores a nivel federal y políticos de altos niveles solamente pueden ser enjuiciados ante el Supremo Tribunal Federal, por lo cual muchos casos se alargan por años.
El caso contra Flávio Bolsonaro, incluida su apelación, ha despertado críticas hasta entre aliados del presidente.
Cuando acudió al Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, varias de las preguntas que le hicieron a Jair Bolsonaro fueron sobre el caso, cuando él buscaba presentar su visión de un Brasil que cumple leyes a los inversores y líderes mundiales reunidos ahí.
“Si acaso se equivocó y lo demuestran, lo lamentaré como padre, pero tendrá que pagar el precio de esas acciones que no podemos aceptar”, le dijo al sitio Bloomberg.
Jair Bolsonaro, quien durante años fue una figura marginal del Congreso como diputado, cobró notoriedad durante la investigación de la Operación Lava Jato, que exhibió un escándalo inmenso de sobornos que involucra a políticos del más alto nivel y a la petrolera estatal, Petrobras.
Durante la campaña, Bolsonaro prometió cambiar el estado de las cosas y criticó en varias ocasiones el uso del fuero o inmunidad política como escudo; en un video de 2017 que grabó junto a Flávio dijo que era una “basura”.
El 1 de febrero, el magistrado Marco Aurélio Mello dijo que la protección contra la investigación en cortes de menor instancia no es aplicable para el caso de Flávio Bolsonaro porque las transacciones que están siendo revisadas sucedieron antes de que asumiera su cargo en el Senado.
El caso contra Flávio Bolsonaro no ha llamado tanto la atención en las últimas semanas, pues el colapso de una represa en el sureste de Brasil atrajo la mayor parte de la cobertura, pero es posible que ahora que se retome la investigación contra el hijo del presidente y que inicie la sesión legislativa haya más presión.
Flávio Bolsonaro no se ha pronunciado hasta el momento sobre el fallo de Mello, pero el 22 de enero publicó en sus redes un mensaje en el que denuncia que es “víctima de una campaña difamatoria con el objetivo de dar un golpe a Jair Bolsonaro”.
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