Después de matarlo al estilo ejecución, con un tiro en la cabeza, un asesino remató a balazos al hispano Félix Medina, luego de la víctima caer al suelo, donde siguió disparándole con una pistola que llevaba en una mochila.
El horrendo asesinato ocurrió ayer jueves a las 4:00 de la tarde frente a la bodega dominicana “La Victoria Grocery”, en la avenida Cypress y la calle 141 Este en el vecindario Mott Haven en El Bronx.
Testigos dijeron que el matador, que escapó de la escena después de rematar a Medina, había estado discutiendo con la víctima y en medio de la disputa esgrimió el arma, dándole el tiro en la cabeza.
Pero no conforme con el tiro mortal, continuó disparando sobre el cuerpo de Medina, cuando estaba el pavimento ya agonizando para asegurarse de que lo dejaría “bien muerto”.
Algunos testigos que declinaron identificarse por temor, reaccionaron horrorizados.
“Intenté ayudarlo, pero no sabía si ya estaba muerto, porque vi cuando el hombre sacó la pistola de la mochila, le disparó en la cabeza y cuando cayó, siguió dándole tiros”, dijo un joven que asegura haber estado muy cerca de la escena.
Mientras los dos hombres discutían, Medina volteó la cabeza y cuando la volteó el asesino metió la mano en la mochila, donde cargaba la pistola.
El testigo, escondió sus prendas para que no lo reconocieran mientras hablaba con los reporteros.
“Cuando el tipo cayó, siguió disparando. Fue estilo ejecución. Le disparó en la nuca y siguió disparando para rematarlo”, añadió el testigo.
“Fui el primero en correr y tratar de ayudarlo, pero parecía que ya estaba muerto”, explicó el testigo.
Los médicos llevaron a Medina, residente en el vecindario, al hospital Lincoln en El Bronx, donde murió.
El padre, un hermano y otros familiares de Medina, estuvieron en la escena después del asesinato.
El hermano que se llama Félix Medina, lo describió como un padre que amaba a su hijo de 10 años.
“Mi hermano era querido por todos. Era un buen hombre”, dijo su hermano. “Todos estamos de duelo”.
Fuentes de la investigación, describieron al tirador como un hombre hispano corpulento, de 5´ 10 pies y 220 libras, vistiendo una sudadera Gap, pantalones jeans y una mochila marca Adidas de color oscuro.
Al cierre de esta crónica, la policía no había arrestado al sospechoso en relación al asesinato de Medina.
Por Miguel Cruz Tejada