Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ Un hombre no identificado fue asesinado a tiros ayer miércoles en la intersección de la avenida Ámsterdam y calle 160 en el Alto Manhattan y otro fue herido en la misma escena por el tirador que escapó de la escena y es activamente buscado por detectives de homicidios del cuartel 33.
El hombre que murió recibió un disparo en el pecho a las 12:05 de la madrugada. Los paramédicos lo llevaron al hospital Harlem, donde pereció.
El video de vigilancia muestra a los trabajadores del deli “La Cultura Mexicana Deli” buscando cubrirse mientras estallaban los disparos en las afueras.
Momentos después, el hombre mortalmente baleado se tambalea en la calle, dejando caer su chaqueta en la acera, antes de entrar a la bodega donde colapsó.
El mexicano Reveriano Flores, dueño del deli dijo que su esposa estaba trabajando esa noche y le contó lo que vio.
“El tiroteo ocurrió afuera. Ella dijo que ellos (los pistoleros) estaban en un automóvil,” dijo Flores.
“Mi esposa y sus compañeros de trabajo escucharon los disparos y vieron al tipo que recibió un disparo entrar aquí. Le dispararon aquí,” añadió Flores, señalando el centro de su pecho.
“Mi esposa, ella no hizo nada. Le dispararon. No había nada que ella pudiera hacer. Estaban en pánico”, relató al tabloide NY Daily News.
Los policías estaban trabajando para identificar a la víctima fatal que se cree que tiene más de 30 años.
El herido, de 25 años fue al hospital Columbia Presbiterian del Alto Manhattan, a 8 cuadras de la escena del crimen después de recibir un balazo en el tobillo izquierdo y está en condición estable.
Flores dijo que la víctima fatal pudo haber estado tratando de escapar a su automóvil cuando le dispararon.
Un agujero que parece ser de una bala se podía ver justo sobre el parabrisas delantero del lado del conductor de un Honda Accord blanco que Flores dijo estaba estacionado afuera durante el tiroteo.
El asesino disparó seis tiros.
La policía dijo que aún no está claro quién fue el objetivo previsto o qué provocó el ataque.
El herido tampoco había sido identificado al cierre de esta crónica.