Bartolo García
La Asociación de Industriales de la Región Norte (AIREN) destacó el aporte decisivo de las zonas francas al fortalecimiento del ecosistema industrial del Cibao, subrayando su papel como uno de los principales motores del crecimiento económico de la República Dominicana.
La entidad empresarial, presidida por el empresario Luis José Bonilla Bojos, señaló que el dinamismo del sector industrial del Norte responde a un modelo productivo cada vez más integrado, donde convergen la industria local, la manufactura de exportación, el empleo formal y los encadenamientos productivos.
AIREN afirmó que esta integración ha permitido consolidar a la región Norte como una plataforma industrial estratégica, con una incidencia determinante en la estructura manufacturera nacional.
De acuerdo con el gremio, la región concentra cerca del 50 % de las empresas y parques de zonas francas del país, lo que refleja el peso real de la manufactura regional dentro del régimen industrial dominicano.
Este comportamiento se manifiesta de manera particular en Santiago y otras provincias del Cibao, donde opera una parte significativa de la capacidad instalada del sector industrial.
En ese contexto, la asociación empresarial indicó que las zonas francas no deben verse como un sector aislado, sino como un componente estructural del tejido productivo del Norte.
“Para AIREN, las zonas francas no son un sector aislado, sino una parte integral del tejido industrial del Norte. Su presencia refleja el peso real de la manufactura regional en el empleo, las exportaciones y la competitividad del país”, expresó Luis José Bonilla Bojos, presidente de la institución.
El gremio destacó que esta estructura industrial integrada ha permitido a la Región Norte posicionarse como eje clave de la manufactura nacional, con liderazgo en diversos subsectores productivos.
Entre estos subsectores figuran el tabaco y sus derivados, los dispositivos médicos, las confecciones, los empaques, la agroindustria y otras áreas de manufactura de mayor valor agregado.
AIREN subrayó que este desempeño fortalece de manera directa la capacidad exportadora del país y mejora su posicionamiento en los mercados internacionales.
La entidad también resaltó el impacto positivo en el empleo formal, señalando que, a octubre de 2025, el régimen de zonas francas alcanzó 200,134 empleos directos, el mayor registro histórico.
Indicó que este resultado representa un crecimiento acumulado del 67 % con respecto al punto más bajo registrado durante la pandemia, con una proporción significativa de esos empleos generados en la Región Norte.
AIREN destacó que la industria del Cibao ha evolucionado hacia perfiles laborales cada vez más técnicos y especializados, elevando la productividad y la calidad del empleo en la región.
Desde una visión económica más amplia, el gremio empresarial explicó que el dinamismo industrial genera un efecto multiplicador, impulsando la demanda de suplidores locales, transporte, logística, energía y servicios financieros.
Finalmente, la asociación, encabezada por Luis José Bonilla Bojos, valoró que la expansión industrial del Cibao ha contribuido a desconcentrar el crecimiento económico, llevando inversión y empleo formal a distintas provincias del Norte y consolidando un modelo de desarrollo territorial más equilibrado y sostenible.

