Santo Domingo, R.D.- La Asociación de Instituciones Rurales de Ahorro y Crédito (AIRAC), indicó que es importante reconocer la economía como un medio, no el fin en sí mismo para el mundo cooperativista, pues su verdadero sentido es plenamente social.
Para el presidente de AIRAC, Alfredo Dorrejo, el mundo cooperativo está encausado en el balance social, y este, a su vez, debe ser enmarcado en la agenda del desarrollo sostenible, uno de los elementos fundamentales que hace que ese desarrollo, que tradicionalmente se había asociado exclusivamente con la economía, se base en lo social y medioambiental.
Desde el punto de vista del exministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Juan Ariel Jiménez, la combinación de lo económico y lo ambiental es lo que produce el desarrollo sostenible como bien lo recoge la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
“Cuando discutimos las políticas públicas que tenemos que desarrollar para mejorar la calidad de vida de todos los habitantes se piensa en el desarrollo sostenible el cual combina lo económico, normalmente enfocado en la productividad y combina lo ambiental, dirigido a preservar los recursos naturales y hacer resiliente nuestra sociedad ante los embates del cambio climático y lo social y la inclusión”.
Para el economista, los resultados de los mercados deben ser legitimados a través de la protección social, la seguridad social y la buena gobernanza, solamente así se da legitimidad.
“Esto es fundamental porque cuando el crecimiento económico no viene acompañado de progreso social en el que todos seamos parte, entonces podemos ver que no es sostenible y que las sociedades terminan presentando problemas”, agregó el exministro.
El director ejecutivo de AIRAC, José Alejandro Rogríguez, aseguró que “son muchas las cosas que podemos hacer para cumplir nuestro papel de responsabilidad social corporativa. Acciones como crear empleos de calidad y resilientes, actividades que contribuyan al desarrollo social, el apoyo a sectores productivos y pequeñas empresas, así como también no misionales pero de alto impacto social”.
Agregó que hay mucho espacio para que en República Dominicana, el sector cooperativo con el adecuado apoyo pueda crear más empleos.
“Las cooperativas de ahorro y crédito facilitan el emprendimiento a sus asociados en cuanto a creación de empresas, crecimiento de sus empresas, desarrollar las líneas de productos y servicios y para que los consumidores puedan adquirir productos”, dijo Rodríguez.