La Alianza Dominicana Antitabaquismo (ADAT) criticó la acción del alcalde de Santiago, Abel Martínez, de declarar el tabaco como “Patrimonio Cultural de Santiago”.
En un acto celebrado el pasado viernes 25 de junio fue develado un mural que plasma la historia del tabaco en Santiago de los Caballeros. En su discurso el funcionario edilicio destacó la importancia del tabaco en el desarrollo de la economía nacional.
Lo que el señor alcalde no mencionó en su discurso es que el tabaco es la segunda causa de muerte en el mundo, responsable de más de 8 millones de defunciones cada año y que mató más de 8 mil dominicanos el año pasado.
Tampoco señaló Martínez que la industria tabacalera es una de las principales responsables de la deforestación. Solo basta dar un vistazo a las montañas de Santiago, Moca y Puerto Plata para confirmar esta dramática realidad. Además, el cultivo atenta contra la seguridad alimentaria de los dominicanos ya que para su siembra se utilizan miles tareas de las tierras más fértiles. Por ejemplo, para la cosecha 2019-2020 fueron sembradas 137,422 tareas.
Cuando los intereses económicos y el afán por agradar a un grupo de empresarios poderosos de la región son los que trazan las políticas públicas, hasta los convenios interinstitucionales de desarrollo se echan al zafacón. Por eso el alcalde de Santiago no le da importancia a que en marzo del 2017 firmó un convenio de cooperación técnica con los Ministerios de Salud Pública, Medio Ambiente, la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) y el Consejo para el Desarrollo Estratégico de Santiago (CDES), para el inicio de acciones que fortalezcan y conviertan a Santiago en el “primer municipio saludable del país”.
Es obvio que rendir culto al tabaco a través de un mural urbano y declararlo “patrimonio cultural de la ciudad” en compañía de los principales empresarios de este letal producto, dista mucho del objetivo de convertir a Santiago en el “primer municipio saludable del país”.
La Alianza Dominicana Antitabaquismo (ADAT) es una coalición de más de 40 instituciones, entre ellas sociedades médicas especializadas, ONGs y universidades, que han unido fuerzas para contribuir activamente con la reducción del consumo de tabaco en la República Dominicana e incluir el control del tabaquismo en la agenda de las instituciones que rigen o colaboran con la salud de los dominicanos.