La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este miércoles 31 de mayo el proyecto de ley que suspende el techo de deuda de 31,4 billones de dólares. Ahora, pasará al Senado, de mayoría demócrata, que tendrá que darle luz verde para que llegue a manos del presidente Joe Biden para que el mandatario pueda firmarla
Un paso más. Con fuertes divisiones la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el proyecto de ley alcanzado entre la Casa Blanca y los republicanos, para suspender el techo de la deuda de 31,4 billones de dólares y evitar un impago catastrófico para la economía global.
El proyecto bipartidista pasó la prueba en la votación de la Cámara Baja de Estados Unidos, controlada por los republicanos, que votó 314-117 a favor de pasar la legislación al Senado, que debería promulgarla y pasarla al presidente Joe Biden para su firma antes del 5 de junio. Esa fue la fecha que el Tesoro de ese país estipuló para que el gobierno federal deje de pagar sus facturas.
La medida, producto de largas semanas de negociaciones entre el presidente Biden y el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, generó la oposición de 71 republicanos de línea dura, pero 165 demócratas respaldaron la medida y empujaron su aprobación.
Los republicanos controlan la Cámara por una estrecha mayoría de 222-213.
La Cámara de Representantes aprobó el proyecto de acuerdo para suspender el tope de la deuda de los Estados Unidos. (AP)
Biden celebró la aprobación del proyecto de ley e instó al Senado a “aprobarlo lo antes posible” para que él pueda firmarlo y convertirlo en ley. “Este acuerdo es una buena noticia para el pueblo y la economía estadounidenses”, señaló el presidente en un comunicado publicado por la Casa Blanca.
La legislación suspende temporalmente el límite de endeudamiento del gobierno federal hasta el 1 de enero de 2025, lo que permitiría a Biden esquivar la compleja discusión política hasta después de las elecciones presidenciales de noviembre de 2024.
El proyecto limitaría parte del gasto público en los próximos dos años, aceleraría el proceso de concesión de permisos para determinados proyectos energéticos, y ampliaría los requisitos de trabajo para los programas de ayuda alimentaria a nuevos beneficiarios, este último introducido por los republicanos durante la negociación. Todo con el fin de evitar un impago.
Aunque para muchos republicanos de línea dura los recortes son insuficientes. “En el mejor de los casos, tenemos una congelación del gasto de dos años llena de lagunas y trucos”, reaccionó Chip Roy, miembro destacado del grupo de línea dura Freedom Caucus de la Cámara de Representantes.
“Los republicanos nos están obligando a decidir qué estadounidenses vulnerables pueden comer o nos abocarán al impago. Es sencillamente un error”, según el demócrata Jim McGovern.
La Oficina Presupuestaria del Congreso afirmó que la legislación generaría un ahorro de 1,5 billones de dólares en una década, frente a los 4,8 billones de dólares de ahorro que los republicanos pretendían conseguir y también por debajo de los 3 billones de dólares de déficit que el presupuesto de Biden habría reducido en ese periodo mediante nuevos impuestos.
El proyecto ahora enfrentaría oposición en el Senado, donde el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, y el líder de la minoría, Mitch McConnell, podrían admitir algunas enmiendas republicanas pendientes. Todo ello, eso sí, debe ocurrir en las próximas horas, si quieren evitar lo que Mark Zandi, economista de Moody’s Analytics, catalogó como un “auténtico cataclismo”.
Con Reuters y AP