(EFE)-Activistas de la comunidad LGBT pidieron hoy proteger a los migrantes homosexuales y trans que padecen violencia por su identidad de género u orientación sexual en Centroamérica o falta de acceso a la sanidad en Venezuela, y se ven obligados a salir de sus países.
En la Conferencia Internacional de Derechos Humanos, organizada por Madrid Summit en la Casa de América, líderes sociales y políticos LGBT entrevistados por Efe expusieron la discriminación particular que afrontan los refugiados que pertenecen a minorías sexuales.
Alejandra González, una mujer lesbiana que omitió dar su verdadero nombre porque huyó de las pandillas de El Salvador, explicó que los grupos criminales acosan y abusan de las personas como ella para mostrar su poder.
“El temor más que todo es la tortura, las violaciones, que sean durante dos o tres días entre muchas personas para luego desaparecerte”, expresó.
Aunque no hay cifras precisas, la refugiada indicó que la discriminación y la violencia que las pandillas ejercen contra las personas homosexuales y trans no son casos aislados y que, incluso, amenazan a las familias de las víctimas.
“El sistema propicia que las personas LGBT no puedan escapar de ellos (los agresores), cuando sos un objetivo de ellos, te van a perseguir para probar su valor hasta las últimas consecuencias”, afirmó.
Gabriel Escobar, de la Asociación Comunicando y Capacitando a Mujeres Trans (Comcavis) de El Salvador, señaló que en su país existe un desplazamiento forzado de personas por su orientación sexual e identidad de género.
“Si se le pudiera dar solución al desplazamiento, no hubiera necesidad de la migración LGBT porque muchas veces las personas LGBT huyen porque el Estado no les puede dar protección”, explicó.
Ante el endurecimiento de las medidas migratorias de los gobiernos de México y Estados Unidos, Escobar solicitó garantizar la protección internacional de las minorías sexuales.
También exhortó a la comunidad LGBT a solidarizarse con los refugiados y no caer en la xenofobia.
“La mayoría de activistas que tienen un discurso antiinmigrante es porque no conocen la realidad directamente de las personas LGBT que migran de forma irregular porque, cuando vos conocés los casos, es muy difícil estar en contra”, mencionó.
La mexicana Dayana Gallegos, activista de la comunidad muxe, que son indígenas que se identifican con un tercer género, mencionó que las caravanas migratorias que van de Centroamérica a Estados Unidos también incluyen a minorías sexuales.
Pidió a la comunidad LGBT más privilegiada de México dejar a un lado sus prejuicios para apoyar a los refugiados, quienes necesitan condones y medicamentos.
“A final de cuentas todos somos hermanos y debemos apoyar, echarle la mano a los migrantes, en especial a los LGBT porque a veces al estar en otro país no saben cómo está la situación a la que llegan”, opinó.
Amaranta Gómez, también activista muxe, argumentó que el movimiento de la diversidad sexual tiene la responsabilidad de “acoger al otro” por conocer de cerca la discriminación y el odio.
“Veo ahora que en las marchas se dice ‘amor es amor’. Bueno, pongámoslo en práctica, en una época en donde la desconfianza hacia el otro nos está llevando a ver escenas tan dramáticas de niños y padres muertos en un río”, comentó en alusión a los emigrantes fallecidos en el río Bravo cuando tratan de entrar en EEUU desde México.
La imagen del salvadoreño Óscar Alberto Martínez, de 25 años, y su pequeña hija Valeria, de tan solo 23 meses de edad, flotando boca abajo en la orilla mexicana, se convirtió la semana pasada en el símbolo de una crisis humanitaria que empeora día a día.
Tamara Adrián, diputada trans de la Asamblea Nacional de Venezuela, advirtió que la crisis de su país “afecta de manera desproporcionada” a la comunidad LGBT, así como a otras poblaciones vulnerables.
En particular, destacó, las mujeres trans y los hombres homosexuales son víctimas de trata de personas en su intento de huir del país o escapan para conseguir medicamentos contra el virus del vih.
“Es un tema de una diáspora forzada por el desabastecimiento de antirretrovirales. No hay desde hace tres años”, denunció.