Bartolo García
El juez presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Henry Molina, afirmó que la verdadera legitimidad de un Poder Judicial fuerte no proviene de la popularidad de sus decisiones, sino de su fidelidad absoluta a la Constitución y a las leyes, subrayando que la independencia judicial es una garantía esencial para la ciudadanía.
Molina sostuvo que la independencia judicial no constituye un privilegio exclusivo de los jueces, sino un derecho de la sociedad, ya que permite que las decisiones se adopten sin temor, presiones externas ni cálculos ajenos al Derecho.
Indicó que cuando un juez decide con libertad y responsabilidad, la sociedad gana en certeza jurídica, igualdad ante la ley y confianza institucional, elementos fundamentales para la democracia constitucional.
El magistrado explicó que los sistemas de carrera judicial fortalecen esta garantía, al asegurar que quienes juzgan lo hagan desde el mérito, la formación y la experiencia, y no desde la necesidad de agradar, convencer o prometer favores.
Henry Molina ofreció estas reflexiones al dirigirse a los jueces y juezas de la Promoción 2023 del Programa de Formación de Aspirantes a Jueces, de la Escuela Nacional de la Judicatura, durante un acto celebrado en la Suprema Corte de Justicia.
La actividad contó con la presencia de la vicepresidenta de la República, Raquel Peña, así como de autoridades judiciales y académicas, en un ambiente solemne que marcó el inicio formal de la carrera judicial de los nuevos magistrados.
Durante su intervención, Molina destacó que la legitimidad democrática de un juez se construye en la práctica diaria, escuchando con atención, estudiando cada caso con rigor y motivando sus decisiones con base en la sana crítica y la responsabilidad ética.
Señaló que la toga que reciben los nuevos jueces simboliza el servicio público, una responsabilidad asumida ante la República y ante la ciudadanía, que exige cuidar la independencia judicial como condición esencial de la libertad.
El presidente de la SCJ recordó que el Estado de Derecho no es una conquista definitiva, sino una construcción permanente que debe reforzarse y protegerse cada día frente a los desafíos institucionales y sociales.
Advirtió que en un mundo marcado por la desinformación y la polarización, la mayor fortaleza del Poder Judicial seguirá siendo la calidad de sus decisiones y la integridad de quienes las dictan.
Molina reconoció que los jueces enfrentarán momentos difíciles, en los que la decisión correcta podría ser la más criticada, y en los que la presión pública o los intereses coyunturales intentarán influir en su criterio.
En ese contexto, exhortó a los nuevos magistrados a mantenerse firmes y recordó una frase del presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos, John Roberts Jr., quien afirmó que no existen jueces de partidos o sectores, sino jueces dedicados a impartir justicia por igual.
El magistrado enfatizó que en la República Dominicana no hay jueces de un grupo u otro, sino jueces que pertenecen únicamente a la Ley, llamados a actuar con independencia y coherencia jurídica.
Finalmente, Henry Molina exhortó a los nuevos jueces y juezas a tener la valentía de ser justos aun cuando nadie aplauda, recordándoles que la independencia judicial no se demuestra en la calma, sino que se pone a prueba en medio de la tormenta.

