POR IGNACIO GUERRERO
Desde los años 70s y cuando apenas éramos corresponsal de medios nacionales y regionales desde nuestra natal Línea Noroeste, siempre les hemos estado dando el debido seguimiento, primero al aguerrido sindicalista de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), luego al notable y ético miembro de algunos que otros de los principales núcleos sociales que luchaban por mejorías sociales, después al diputado, y ahora al fructífero director del Instituto Nacional de Formación Técnica Profesional (INFOTEP).
Nos referimos al intelectual, académico y amigo, al ex presidente magisterial Rafael Santos Badía, quien por demás, es uno de los funcionarios del presente gobierno, cuyo legado pasará a la historia por ser este, uno de los servidores (si no es el que más), ha resaltado por el excelente manejo que en términos de desarrollo le ha estado dando al país a través de la institución que preside.
Han sido miles los jóvenes y adultos que a través del Infotep han encontrado su futuro asegurado, desde donde han logrado insertarse luego de su formación técnico-profesional, a una sociedad que necesita cada vez más del aditamento formativo para fortalecer nuestro sistema productivo.
Los diversos programas que cada día vemos que se ejecutan desde los múltiples centros diseminados en todo el territorio nacional, los cuales, cuando comenzó su gestión eran apenas 8 y hoy día son 64, logrando sembrar con esperanza y fe renovadora, amparado estos a diversos programas formativos y metodológicos
Tanto el Presidente Luis Abinader como el Congreso Nacional (senadores y diputados), así como el grueso de las diversas instituciones de las índoles que sean y sin mirar el color político, deben fijar su visión en hombres como este, no precisamente para cargos politicos-electotales, sino para practicar la justicia y reconocer este tipo de valores.
Sin la necesidad de lisonjear al profesor Santos Badía, pero no hay que ser un mago y buscar una lámpara mágica, para que como sociedad en sentido general nos demos cuenta, del altruista trabajo que este hijo de una de las encumbradas montañas de Tenares (Loma Azul) en la provincia Hermanas Mirabal, ha venido haciendo.
Junto a un valioso equipo compuesto por renombradas personalidades, técnicos y un excelente dispositivo mediático, Rafael Santos Badía ha logrado consolidar un trabajo, el cual será uno de los grandes retos, para que cuando por cuestiones de índoles políticas o naturales, este tenga que dejar dicho cargo.

