Bartolo García
El Bronx, Nueva York.– La actriz dominicana Karina Estela Ortiz Tamburini se ha convertido en una de las figuras más destacadas del talento latino en la televisión y el cine internacional. Nacida el 13 de septiembre de 1984 en la provincia de Barahona, Karina emigró junto a su familia a los Estados Unidos cuando apenas tenía siete años, iniciando una historia de superación que la llevaría a brillar en producciones de renombre mundial.
Durante su infancia en Barahona, estudió en el Colegio Divina Pastora, donde participó en obras escolares que despertaron su pasión por el arte dramático. Aquellas primeras experiencias en los escenarios marcaron el inicio de un sueño que con el tiempo se transformó en vocación.
Más adelante, participó en montajes locales como “Orgánica Casera”, experiencia que consolidó su amor por el teatro y la actuación. Su conexión con el arte fue tan profunda que decidió dejar atrás sus estudios universitarios en Administración para dedicarse completamente al mundo del espectáculo.
Su gran salto a la fama llegó con su interpretación de Margarita en la exitosa serie de Netflix “Orange Is the New Black”, donde su carisma, naturalidad y fuerza escénica cautivaron al público y a la crítica internacional. Su personaje, lleno de humanidad y matices, la posicionó como una actriz versátil y comprometida con la representación auténtica de la comunidad latina.
Esa interpretación le abrió las puertas de la industria estadounidense y la consolidó como una representante del talento dominicano en el extranjero, demostrando que la diversidad y la autenticidad pueden trascender fronteras.
En 2018, su desempeño fue reconocido con una nominación a los Imagen Awards, premios que celebran la excelencia de los artistas latinos en el entretenimiento. Ese mismo año, participó en la serie de National Geographic “The Long Road Home”, donde dio vida a un personaje cargado de intensidad y sensibilidad.
Actualmente, Karina continúa expandiendo su carrera con el protagónico en la película “Brownsville Bred”, una historia que explora la vida urbana, los desafíos de la identidad y la resiliencia de la comunidad latina en Estados Unidos. Su interpretación ha sido elogiada por la crítica por su autenticidad y profundidad emocional.
“Interpretar a Margarita fue una experiencia transformadora. Aprendí el poder de contar historias que reflejan la vida real de nuestras comunidades”, declaró la actriz en una entrevista reciente, destacando su compromiso con dar visibilidad a narrativas que honran las raíces latinas.
A lo largo de su trayectoria, Karina ha reconocido en su madre, Mayra Tamburini, una fuente inagotable de inspiración. “Mi madre siempre creyó en mí, incluso cuando yo misma dudaba. Ella es mi ejemplo de fortaleza y amor”, ha expresado la artista en varias ocasiones, recordando sus orígenes y los valores que la han guiado.
Siguiendo el legado de la icónica María Montez, pionera dominicana en Hollywood, Karina Ortiz Tamburini representa una nueva generación de artistas que llevan con orgullo la bandera dominicana en el corazón y la proyectan con fuerza en la pantalla grande.
Su historia refleja el espíritu de una mujer que no ha olvidado sus raíces, que abraza su identidad caribeña y que trabaja cada día por abrir más espacios para el talento latino en el cine y la televisión internacional.
Con una carrera en ascenso, Karina Ortiz Tamburini continúa inspirando a jóvenes artistas dominicanos a soñar en grande, trabajar con pasión y creer que todo es posible cuando se combinan el talento, la disciplina y el amor por la cultura de origen.
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