Por Luis González Fabra
Jarabacoa, ubicada en el centro de la cordillera central en una altiplanicie de 530 metros sobre el nivel mar avanza a pasos firmes hacia su desarrollo económico y social para beneficio de su población de casi 70 mil habitantes en su mayoría gente amable y honesta que trabaja con afán de superación.
Jose Tejeda, presidente del Consejo de Apoyo a Jarabacoa, organismo privado compuesto por empresarios y comerciantes locales, afirma con entusiasmo que “Jarabacoa seguirá creciendo en los próximos años por su visión de desarrollo integral y sostenible, así como por su espíritu de laboriosidad y ayuda mutua”.
Tejeda, quien hizo fortuna como empresario artístico en New York y hace años vive retirado en Jarabacoa, es la cabeza del Consejo de Apoyo que actúa como dinamo para impulsar proyectos y conseguir que los que estaban engavetados se dispusiera su terminación, tal es el caso del acueducto que el gobierno de Hipólito lo Mejia lo dejo faltando apenas un veinte a veinticinco por ciento para su terminación y se dejó abandonado hasta que el Consejo consiguió que el Presidente Abinader reiniciara los trabajos y dispusiera los recursos para ese fin.
Lo mismo ocurre con la carretera Federico Basilis que une a La Vega con el municipio y se había convertido en un trayecto de alta peligrosidad por el aumento del tráfico de vehículos y el descuido en el mantenimiento, se hicieron las diligencias y actualmente la vía está siendo ampliada en sus curvas y en parte de su trayecto para facilitar la fluidez del tránsito y evitar accidentes.
Una segunda carretera que está en carpeta sería de pago para vehículos livianos y entrara al pueblo hasta hacer conexión con la carretera que va a Constanza sin entrar al centro urbano.
El desarrollo inmobiliario de Jarabacoa es impresionante. No sé exactamente cuántos proyectos de esta naturaleza está en ejecución, pero puedo asegurar, porque he visitado a muchos de ellos, que no hay en el país, exceptuando Santo Domingo y Santiago, un municipio que tenga una dinámica de construcción de viviendas como la tiene Jarabacoa.
Quienes huyen del calor sofocante que estamos padeciendo en estos días, encuentran en Jarabacoa un oasis para descansar y renovar fuerzas.
Miles de personas entran a partir de jueves y viernes y llenan los espacios de diversión, balnearios, cascadas, casas de veraneo, fincas, arroyos, y montañas donde nunca hace calor y la naturaleza es exuberante.
Sus calles en el corto plazo habrán sido asfaltadas mejorando el movimiento vehicular en el centro del pueblo y aportando a su embellecimiento.
Es tanto el prestigio y potencial de desarrollo que tiene Jarabacoa que tres embajadores de países de alto desarrollo económico se han interesado en conocerlo y estrechar lazos comerciales y de amistad para poner en práctica programas productivos de interés para todos. Esos tres países son Japón, China y la India. Es válido recordar que desde 1959 se instaló allí una colonia japonesa y en año 2008 se inauguró el parque japón para celebrar el 50 aniversario de la instalación de la colonia japonesa.
Los tres representantes diplomáticos expresaron su admiración por la capacidad de trabajo de los nativos de Jarabacoa y su entusiasmo en el desarrollo del municipio.
Un aspecto importante de la dinámica de progreso de Jarabacoa lo constituye la buena relación entre la alcaldía y el Consejo de Apoyo.
No conozco de fisuras entre el alcalde, que representa el sector oficial y el Consejo de Apoyo que representa el sector privado.
Esa unidad de esfuerzos y colaboración para el trabajo es en buena parte fruto del liderazgo de Jose Tejeda que desde siempre ha sido un componedor con una disposición especial para armonizar las diferencias que puedan ocurrir en el trayecto hacia la consecución de sus objetivos.
El trabajo en equipo que se hace en Jarabacoa es un ejemplo para seguir para muchos de nuestros municipios.
No obstantes los esfuerzos que se realizan y a pesar del apoyo del presidente Abinader que recibió en el Palacio Nacional a la Junta de Apoyo y despacho con ellos para agilizar trabajos ya iniciados, hay necesidades sentidas que aún no han sido satisfechas. En una próxima entrega tocaremos esos puntos pendientes.