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En el noveno capítulo de la serie realizada por Infobae, Google, Unicef y Clubes TED-Ed, con jóvenes de la generación Z, te contamos cómo proceden los agresores de niños y adolescentes y las herramientas para protegerse

Altice

Por Daniela Blanco

Internet cambió la manera de ser y de estar en el mundo. Significó la llegada y el acceso masivo a un abanico casi infinito de herramientas y posibilidades positivas, pero también presentó una contracara, la más grave es la conformación de nuevos delitos. A muchos centennials, como nativos digitales, no los sorprende escuchar hablar de grooming, de sexting, de phishing, pero muchas veces no saben —o no tienen del todo claro— de qué se trata y que pueden significar un daño psicológico y físico, que la agresión puede venir de parte de personas que se ganan su confianza y que nunca deben dejar de conversar con los adultos cercanos sobre aquello que los incomoda o les genera sospechas.

Pandemia mediante, en los últimos años, adultos, niños y adolescentes sumamos más tiempo interactuando en las redes y otras plataformas virtuales, lo que aumentó la posibilidad de sufrir agresiones de muchas maneras. Esto nos afecta a todos, pero especialmente a los niños y adolescentes.

Por supuesto que tanto el abuso y el acoso sexual como la pedofilia no se iniciaron con Internet y las redes sociales, pero sí se trata de delitos que se vieron potenciados por estos recursos que moldearon nuevos métodos. Primero que nada, definamos grooming. Dice la UNICEF: “Es la situación en que un adulto acosa sexualmente a un niño o niña mediante el uso de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación). Es importante aclarar que el grooming no es la antesala de un delito o un abuso, es ya en sí un tipo de abuso y un delito en nuestro país. Aunque nunca se concrete un encuentro personal, la manipulación del adulto hacia el chico o chica constitutiva del abuso infantil está presente como factor esencial”.

La modalidad utilizada suele ser similar en todos los acosadores. Los expertos ya lo han estudiado. Una forma habitual es que creen un perfil falso en una red social, sala de chat, foro, videojuego u otra plataforma, para hacerse pasar, por lo general, por un menor de edad y así entablar una relación de amistad que genere confianza en la víctima. En su Guía de sensibilización sobre convivencia digital, el organismo de la ONU para la infancia aclaró que, si bien crear una identidad ficticia “es común” en casos de grooming, “no es indispensable para la constitución del delito”.

Los tipos de grooming

El mecanismo del grooming tiene varias etapas. Según Grooming. Guía práctica para adultos, elaborado por UNICEF y organismos oficiales de Argentina, como la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, hay dos tipos de modalidades para este delito:

acoso sexual en la web1

1- Fase previa en la que el acosador busca generar confianza en su víctima. En este caso, el material es entregado por el propio niño.

2- Cuando no existe la fase previa de relación y generación de confianza: el acosador logra tener fotos o videos sexuales de los niños obteniendo contraseñas o hackeando cuentas. Con el material sexual o erótico en su poder, extorsiona a su víctima amenazándola con mostrarlo si no le entrega más imágenes o accede a un encuentro personal. En este caso el material es obtenido a la fuerza.

El adulto, en ambos casos, tiene intenciones de índole sexual o erótica con el menor de edad, pero en el primero necesita lograr que el niño o adolescente confíe en él. Entonces se vale de distintas herramientas que, según los expertos de UNICEF, pueden ser mentir sobre su identidad haciéndose pasar por una persona de la misma edad que la víctima. “Esto lo logra manipulando o falsificando fotos o videos, y manteniendo conversaciones en un lenguaje coloquial acorde a la edad del chico o chica que quiera acosar. También suele tomar los gustos y preferencias que los chicos vuelcan en la web para producir una falsa sensación de familiaridad o amistad”, indicó el organismo en su Guía.

Si bien el abusador puede lograr su objetivo en una sola charla, habitualmente el tiempo es un componente fundamental en el grooming. Varía según los casos, incluso se han sabido de acosadores que pueden tardar meses o años en conseguir su objetivo. Esto ayuda a que el niño se olvide o deje de tener presente que del otro lado hay un desconocido, porque a partir del tiempo transcurrido y las conversaciones compartidas pasa a considerarlo un amigo.

3- Cuando el adulto consigue el material erótico “puede, o bien desaparecer, o bien chantajear a la víctima con hacer pública esa información si no entrega nuevos videos o fotos o si no accede a un encuentro personal”, describió la UNICEF en su Guía. Aquí ingresa otro componente que es la manipulación en función de la vergüenza que siente el niño al darse cuenta de que expuso su intimidad ante alguien que amenaza con hacerla pública.

El vínculo de los jóvenes con los adultos ante el grooming

Un trabajo publicado en octubre pasado por la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia con el objetivo de conocer los usos, las percepciones y las necesidades de los adolescentes de entre 13 y 17 años en relación con la utilización segura de las plataformas digitales, dio un panorama sobre las opiniones de estos jóvenes acerca de distintas problemáticas, incluido el grooming.

En los relevamientos realizados a través de encuestas y grupos, el 41% de los jóvenes dijo que alguna vez habló sobre el tema del grooming con sus familias y el 52% lo hizo con sus pares. Los especialistas que elaboraron este trabajo interpretaron, según estas cifras, que “las mismas personas que necesitan el acompañamiento adulto para su desarrollo integral están gestionando la falta de ese acompañamiento durante su propio desarrollo”.

Así, el 69% respondió que no solicita ayuda de personas adultas de su familia o docentes cuando tiene un problema en internet, redes sociales o juegos en línea, mientras el 14% dijo que “seguramente/sin dudas” busca ayuda de esas personas. Mientras el 81% consideró que “seguramente/sin dudas” busca ayuda de amigos o amigas.

En los talleres con los adolescentes realizados para diseñar este trabajo se les preguntó acerca de si piden el acompañamiento de personas adultas de la familia ante problemas en Internet, específicamente luego de leer sobre un caso de grooming, el 63% dijo que “sin duda” lo hace. En tanto, el 18% indicó que seguramente acudirían a un adulto de confianza.

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El grooming puede causar un gran daño psicológico y físico a los niños y adolescentes que lo sufren, por lo que es importante que sepan cómo reconocerlo y cómo pedir ayuda (Getty)El grooming puede causar un gran daño psicológico y físico a los niños y adolescentes que lo sufren, por lo que es importante que sepan cómo reconocerlo y cómo pedir ayuda (Getty)

Pero quienes realizaron el trabajo llamaron la atención acerca de que, en la encuesta cuantitativa las respuestas fueron diferentes. En este caso solo el 26% de los adolescentes afirmó que acude a personas adultas de la familia o docentes ante un problema en Internet. “En este sentido, existe una diferencia importante entre la hipotética búsqueda de ayuda (tal como se desprende de las acciones a realizar ante un caso de grooming como el que se compartió en los talleres) y la búsqueda efectiva de ayuda de personas adultas ante problemas en Internet”.

El trabajo del organismo nacional advirtió que, “a lo largo del estudio de investigación, las adolescencias dieron cuenta de no tener acompañamiento eficaz por parte de referentes mayores ni confianza en poder establecer esa vinculación”. Los chicos hablan poco del asunto con sus mayores y, en caso de hacerlo, es “con poca profundización”, dijo.

“Mientras reclaman la necesidad de que su voz sea tenida en cuenta, establecen estrategias de autocuidado, sobre la base de la información a la que acceden en Internet y sobre la consulta, sobre todo, entre pares. Esto tiene relación con la falta de espacios de diálogo y acompañamiento adulto empático y actualizado sobre las prácticas digitales adolescentes”, observaron los autores del trabajo.

Las inquietudes de los adultos por los peligros que tienen sus hijos en Internet

Una encuesta realizada en 2022 por Google acerca de “la percepción de madres y padres sobre la privacidad y seguridad online de sus hijas e hijos” indicó que la mayor preocupación sobre el tema en Argentina es el grooming (22%), seguida del contenido inapropiado (15%) y del cyberbullying (14,8%)

El grooming es un delito que consiste en el acoso sexual de un adulto a un menor de edad mediante el uso de las tecnologías de la información y la comunicaciónEl grooming es un delito que consiste en el acoso sexual de un adulto a un menor de edad mediante el uso de las tecnologías de la información y la comunicación

La percepción de los adultos consultados por Google parece diferir respecto del trabajo realizado por la Secretaría de Niñez y Adolescencia con adolescentes de entre 13 y 17 años, ya que el 82% de las personas mayores encuestadas por la compañía de recursos de Internet dijo haber mantenido charlas con sus hijos e hijas para ayudarlos con temas vinculados a la seguridad online. En este trabajo, el 60% de los niños y adolescentes dijo haber recurrido a sus padres para notificar o resolver este tipo de problemas.

Las herramientas y estrategias para prevenir el grooming

Los especialistas de las guías de organismos nacionales a internacionales coinciden en que, por un lado, de nada sirve la prohibición. Imponer a los hijos que no hablen con desconocidos en las redes sociales no evitará que sean víctimas de grooming. Por otro lado, la prevención tiene que ver con la construcción de espacios de diálogo.

“Cuando los chicos están aún en la infancia, la posibilidad de hablar con desconocidos efectivamente debe estar regulada por los padres o familiares. El desarrollo cognitivo de los chicos menores de 12 años hace que sea recomendable valerse de las herramientas preventivas incorporadas [NdeR las configuraciones de control parental], pero también evitar el contacto con extraños. Aquí vale pensar en los consejos tradicionales que los padres, abuelos y tíos les dieron a los chicos: ‘no hables con extraños’”. “Para los adolescentes, en cambio, recomendamos reforzar el diálogo, la confianza e inculcar una mirada crítica y reflexiva sobre sus actitudes en la web”, subrayó la Guía antes citada.

Por otra parte, aparece como fundamental que los adultos se capaciten y se incorporen a la cultura digital para acompañar el proceso de crecimiento de los más chicos que, sin duda, está íntimamente vinculado a esos espacios virtuales. Aunque guste o no, por las redes y otras plataformas de Internet, transcurren cosas importantes de la vida social de los jóvenes. Por eso, que los adultos cuenten con herramientas de acompañamiento y prevención es fundamental.

Algunos puntos que los adultos deben trabajar con los niños y los adolescentes, según UNICEF:

Es conveniente que los jóvenes mantengan la cámara web apagada porque puede ser una herramienta para que los acosadores obliguen a los menores a exhibirse ante ellosEs conveniente que los jóvenes mantengan la cámara web apagada porque puede ser una herramienta para que los acosadores obliguen a los menores a exhibirse ante ellos

— Es bueno que los jóvenes limiten a sus conocidos la lista de contactos.

— No utilizar la cámara web al chatear con desconocidos. Del otro lado pueden estar grabando lo que muestren, tenga o no contenido sexual.

— No utilizar el nombre completo como nick o usuario cuando se juga online. Es preferible colocar sobrenombres y evitar el apellido para impedir que desconocidos accedan a información personal.

— Saber cómo configurar la privacidad y la seguridad de las cuentas. Esta recomendación es tanto para los niños y adolescentes como para los adultos a fin de que puedan realizar estas acciones junto a los hijos y poder elegir con quien comparten la información que publican. De esta forma se evita el robo de información comprometedora.

— Ser cuidadoso con el uso de contraseñas. Es necesario colocar claves en todos los dispositivos (teléfono celular, tableta, netbook, notebook o computadora de escritorio). Como ya dijimos en nuestro primer capítulo de #ModoSeguro se deben crear contraseñas difíciles de hackear: lo recomendable es que se combinen números y letras. Es importante no compartirlas, salvo los niños, cuyos padres deben conocer sus claves. Los adolescentes deben evitar compartirla, incluso con amigos.

— Tener una actitud activa y presencial, como familia y docentes, durante el uso de internet por parte de los niños. La charla y el conocimiento sobre las páginas web, las redes sociales, aplicaciones que usan frecuentemente, y la gente con quien interactúan es indispensable.

Los expertos recomiendan a los adultos estar atentos a cambios de actitud o de ánimo de los jóvenes porque puede ser una señal de que están sufriendo acosoLos expertos recomiendan a los adultos estar atentos a cambios de actitud o de ánimo de los jóvenes porque puede ser una señal de que están sufriendo acoso

— Acompañar a los jóvenes. Si bien los adultos sienten muchas veces que saben menos que sus hijos respecto al uso de las TIC, esto no debe evitar que los acompañen. Para los niños y adolescentes es clave sentir que pueden confiar en los adultos y compartir sus experiencias.

— Confiar en los hijos. “Desde ningún punto de vista apoyamos la violación a la intimidad de los chicos (ingresar a escondidas a sus cuentas o casillas de mail). La generación de confianza es una vía de doble sentido, que hará al mismo tiempo que los chicos y chicas confíen en los adultos a la hora de necesitar acompañamiento o realizar consultas”, expresó en la Guía UNICEF.

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— Trabajar la noción de anonimato y falsa identidad en la web, explicándoles lo fácil que es abrir un perfil con datos falsos. La identidad en Internet es difícil de corroborar.

— Comprender que la información que se vuelca en Internet puede caer en manos de desconocidos con malas intenciones. Cuando abrimos una cuenta en alguna red social, los posteos son públicos. Por ese motivo es importante tomarse el trabajo de configurar la privacidad y así elegir que sean solamente nuestros contactos los que estén habilitados a ver el material publicado.

— No dar información o imágenes comprometedoras en redes sociales o chats. Como se dijo, esta recomendación no debe limitarse a los desconocidos, ya que las fotos rápidamente pueden cambiar de contexto y quedar expuestas en la web. Es importante reforzar la idea de que el material que circula en internet es difícil de borrar.

Remarcamos aquí que, si alguna imagen íntima comienza a circular, va a verse asociada en el presente y en el futuro con las búsquedas online de la persona que protagonice el video o foto, no importa si este material se envió a un conocido, puede trascender y quedar en la web por mucho tiempo y luego ser utilizado públicamente para dañar la imagen de quien lo envió.

Cómo detectar y actuar ante un caso de grooming

Hay que dialogar con los jóvenes para que limiten a sus conocidos la lista de contactos y protejan su información personal en las plataformas virtualesHay que dialogar con los jóvenes para que limiten a sus conocidos la lista de contactos y protejan su información personal en las plataformas virtuales

Tanto UNICEF como los organismo oficiales de Argentina dan una serie de recomendaciones para que los adultos estén alertas y transmitan el mensaje a los menores de edad de su entorno.

— La Guía sobre grooming de UNICEF y organismos gubernamentales señala que, si se detecta un caso de grooming que aún no llegó a la fase de abuso o extorsión será importante eliminar, bloquear y denunciar el perfil del abusador. Para más información se puede ingresar a www.convosenlaweb.gob.ar donde hay material, guías, videos, tutoriales y una sección para consultas denominada “S.O.S. en la Web”.

— Para identificar si un niño o adolescente está sufriendo grooming o cualquier otro tipo de acoso, es importante estar atento a cualquier cambio en su comportamiento o estado de ánimo. Si muestra signos de tristeza, ansiedad, disminución en su rendimiento escolar o aislamiento, es crucial hablar con él en un ambiente de confianza para comprender lo que está sucediendo.

— Si se detecta un posible caso de grooming, la primera medida que un adulto debe tomar es conversar con la víctima, sin avergonzarla o culparla. La vergüenza del niño es el poder que el abusador impuso sobre él. En consecuencia, el adulto al que se recurra debe evitar afianzar ese sentimiento y permitirle contar lo que le pasó con la mayor sinceridad y libertad posible.

En Argentina, el Código Penal incluye la Ley 26.904 que castiga con cárcel a quien use internet, el teléfono u otra tecnología de la comunicación para contactar a un menor de edad y abusar sexualmente de élEn Argentina, el Código Penal incluye la Ley 26.904 que castiga con cárcel a quien use internet, el teléfono u otra tecnología de la comunicación para contactar a un menor de edad y abusar sexualmente de él

— Evitar siempre la revictimización, es decir, echarle la culpa de lo ocurrido al niño o adolescente. Tampoco se debe interrogar y obligarlo a contar muchas veces lo que sucedió. Lo primordial es acompañar desde el afecto y la protección y que recuerde que seguramente, por vergüenza, dudó en contarlo y que durante ese tiempo vivió la extorsión de un abusador adulto.

— La Guía de UNICEF recomienda que, si la extorsión u otro daño ya se ha perpetrado no denunciar el perfil del acosador en la red social o plataforma web porque si se lo hace la red o la plataforma lo bloqueará y dará de baja la cuenta. Esto puede derivar en la falta de pruebas para una denuncia ante la Justicia y, a su vez, facilitará al acosador crear nuevas cuentas y seguir perpetuando la violencia. También aconseja evitar escracharlo o enfrentarlo ya que, seguramente, eliminará las cuentas ante la evidencia de que está por ser investigado.

— Recurrir a los servicios de protección locales y centros de acceso a la Justicia para recibir asesoramiento.

— La decisión de hacer la denuncia penal debe adoptarla la familia junto con el niño o adolescente que fue víctima. La organización internacional dijo que “la importancia de la denuncia hay que enmarcarla no solo en el delito cometido, sino en la certeza de que los abusadores no suelen atacar a una sola víctima, sino que actúan sobre varios chicos. Denunciando y logrando que se lo investigue y penalice, se evitará que el abusador continué perjudicando a otros niños”.

— Guardar las pruebas del acoso. Es necesario no borrar conversaciones y fotografiar o capturar la pantalla y almacenar esta información en algún dispositivo. Se recomienda guardar las urls propias de los chats ya que tienen información importante para rastrear los dispositivos de los abusadores.

UNICEF indica que si se detecta un posible caso de grooming, es importante conversar con la víctima sin avergonzarla o culparla (Getty)UNICEF indica que si se detecta un posible caso de grooming, es importante conversar con la víctima sin avergonzarla o culparla (Getty)

La legislación contra el grooming en Argentina

El Código Penal de Argentina, a través de la Ley 26.904, castiga con cárcel de 6 meses a 4 años a quien use internet, el teléfono u otra tecnología de la comunicación para contactar a un menor de edad y abusar sexualmente de él.

Según la legislación, la Justicia debe intervenir ante situaciones de gravedad mediante el dictado de medidas cautelares, tal como lo indican las leyes frente a situaciones de vulneración de derechos.

Además, la Ley 26.061, en su artículo 30, sostiene que “Los miembros de los establecimientos educativos y de salud, públicos o privados y todo agente o funcionario público que tuviere conocimiento de la vulneración de derechos de las niñas, niños o adolescentes, deberá comunicar dicha circunstancia ante la autoridad administrativa de protección de derechos en el ámbito local, bajo apercibimiento de incurrir en responsabilidad por dicha omisión”.

El proyecto audiovisual #Modo Seguro fue creado por Infobae, Google, Unicef y Clubes TED-Ed, junto a un grupo diverso e inclusivo de jóvenes protagonistas de la llamada Gen Z. La misión del proyecto es brindar contenidos audiovisuales educativos de calidad que aporten herramientas digitales para los adolescentes y sus familias para un uso y acceso seguros en las distintas plataformas, además de promover un pensamiento crítico y capacidad de discernimiento ante lo que ofrece la nube. Los participantes, todos de la generación centennial, tienen entre 14 y 17 años y son egresados y egresadas de los estimulantes Clubes TED-Ed.

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