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Miguel Cruz Tejada

Altice

NUEVA YORK._ Un estudiante dominicano de 15 años de edad baleado en las piernas, un brazo y las nalgas desde un carro blanco en marcha el martes en la tarde en Lynn (Massachusetts), clamaba “¡por favor no me dejen morir, denme agua!”, después de caer de la pasola en la que se transportaba por la calle Fayette.

El alumno de décimo grado en la escuela secundaria Lynn English High School, que no ha sido identificado por las autoridades aparentemente era perseguido de cerca por los abordantes del vehículo del que se desmontaron desapareciendo en el área.

Se desconoce el motivo del ataque a tiros del muchacho, uno de cuyos apellidos es Grullón por parte de su abuelo José Alberto quien es mecánico y trabaja cerca de donde su nieto fue baleado, y escuchó los balazos siendo alertado por otro mecánico que labora en un taller contiguo.

La policía de Lynn dijo ayer miércoles que está buscando al o los tiradores y que el vehículo que abordaban fue recuperado.

Varias balas perdidas volaron en la calle, un tiro impactó el televisor de una familia al penetrar por una ventana y otro de los balazos fue a parar al neumático de un carro estacionado pinchando una de las gomas.

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El estudiante que logró incorporarse herido y huir del área para salvarse, fue transportado al Hospital General de Massachusetts donde su condición es estable.

Una residente del área, Billie Hukill, también oyó los balazos y gritos del estudiante y acudió en su ayuda llamando al 911, mientras los policías respondieron  rápidamente a la escena.

Hukill relató a medios locales de Massachusetts el dramático momento cuando el estudiante pedía que no lo dejaran morir.

“Es horrible porque lo vi caerse de su ciclomotor y pedir ayuda y la gente simplemente pasó junto a él”, dijo Hukill en una entrevista con el canal NBC Boston 10.

Ella vive en la cuadra de las calles Fayette y Marianna.

“En realidad, soy yo quien vio el auto, el Nissan blanco subir la colina y escuché los disparos. Corrí por la calle, llamé al 911 y comencé a aplicar presión a sus heridas de bala. Hice que otra adolescente me ayudara a aplicar la presión a la otra herida de bala”, explicó Hukill.

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La policía de Lynn dice que el tiroteo ocurrió poco antes  de las 5:00 de la tarde.

Cuando llegaron los oficiales a la escena, encontraron al estudiante en   el pavimento y rodeado de varias personas.

“Me pedía que por favor no lo dejara  morir y me preguntó si podía tomar un poco de agua”, narró la buena samaritana.

“¡Por favor, no me dejes morir!”, recordó Hukill que le pedía la víctima.

“Le dije que estaba bien, que no iba a morir. Llamé a la ambulancia. No vas a morir. Por favor, quédate muy quieto mientras sostengo tu pierna'”, añadió.

Hukill dijo estar agradecida de que ella estuviera cerca para ayudarlo hasta que llegaron los paramédicos.

“Solo quería salvarlo. No quiero que nadie muera, especialmente un niño. Tengo hijos de su edad”, agregó Hukill.

El abuelo dijo que vio a su nieto mal herido  y tendido en la acera.

“Él estaba allí donde el compañero mío de trabajo, y de ahí salió pa’ allá. El vecino de ahí fue el que me dijo a mí que a mi nieto le habían dado un tiro”, señaló el abuelo.

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