Zoe Saldana regresa a Avatar 2 más ocupada (y enfocada) que nunca
Con la llegada de la anticipada secuela de Avatar: The Way of Water, la actriz y productora Zoe Saldana cierra con broche de oro un gratificante año. De ascendencia dominicana y puertorriqueña, Saldana estrenó este año Project Adam, Gordita Chronicles, FromScratch, Ámsterdam, y suma varios proyectos en puerta que avalan su éxito.
‘Ahorita, estoy saturando el mercado’; dice con franqueza. Y no es para menos. Avatar:The Way Of Water anticipa el entusiasmo del director James Cameron por los océanos y promete contribuir al debate sobre la crisis medioambiental: ‘La conversación solamente se va a agrandar’, asegura Zoe Saldana en una cándida conversación donde revela qué la mantiene ocupada y enfocada. Descubre la entrevista completa en la historia de portada.
on convicción
“Tomé la decisión de brincar a lo desconocido, de tomar ciertos retos, cumplir con ciertas misiones de diversidad para las mujeres de color, para las latinas, y sé que el trabajo ha sido arduo, pero se han cosechado buenas cosas y espero que sea inspiración para muchas mujeres”.
Desde aquel entonces se sabía que la idea de Cameron era hacer más de una película. Sin embargo, tomó 13 años para que la anticipada secuela viera la luz. Y con ésta, Zoe Saldana culmina uno de los años que bien podría ser uno de los más gratificantes de su carrera. La película Avatar: The Way of Water anticipa el entusiasmo y la admiración de Cameron por los océanos y promete contribuir al debate sobre la crisis medioambiental en un momento en que la tecnología le ha dado la posibilidad de expandir la experiencia visual. ‘El impacto que tuvo Avatar en mi vida –al igual que en la audiencia global– fue sobre la conversación que estaba iniciando James Cameron acerca del cambio climático; qué pasaría si continuábamos en esta dirección tan excesiva de tomar y de no devolver a la Madre Tierra’, agrega.
Para la película, la cual llega a las salas de cine el próximo 16 de diciembre, la promesa de Saldana es que ‘será una historia que te va a conmover’, dice. ‘Ahora que tengo la dicha de regresar a la secuela, sé que esta conversación solamente se va a agrandar’, agrega. Y es que esta película cobra vida entre los océanos de Pandora e incorpora al elenco rostros familiares como el de Kate Winslet. Además, se presume que Saldana mantuvo la respiración bajo el agua durante cinco minutos para la filmación de la cinta. ‘Como vengo de una isla, aprendí del océano con admiración. Siempre tuve una relación tensa con el agua. Después de Avatar 2, hay un antes y un después; le respeto y tengo una curiosidad tan linda sobre lo que hay más allá de la profundidad del océano’, comparte.
Saldana ya había experimentado la rigurosidad y exigencia que implicaba comprometerse en un proyecto con Cameron. Durante el primer filme, Zoe confiesa que corría todos los días al trabajo. ‘Me acerqué a las dos experiencias con mi cien por ciento’, asegura. A estas alturas me queda claro que Zoe Saldana ha evolucionado, de la misma forma que Neytiri –su personaje en Avatar– lo ha hecho. ‘En la primera película Neytiri era un alma rebelde que no quería cumplir con los deseos de su familia; y en la segunda, ella tiene ya una familia. Generalmente, a los padres nos entra un temor de que algo les pueda pasar. En la cinta eso sucede’.
Fue después del estreno de Avatar en 2009 que llegaron más oportunidades que fueron aportando a su prolífica carrera. Star Trek 2 y 3 se consolidaron, la película biográfica Nina, Guardianes de la Galaxia –con la cual Saldana incursionó en las franquicias del exitoso universo cinematográfico de Marvel–, y muchas más. Dentro de sus proyectos fílmicos, Saldana también encontró su voz como productora y junto con sus hermanas –Mariel y Cisely– dieron vida a Cinestar Pictures, una casa productora que nació con el objetivo de celebrar y contar historias de mujeres por mujeres. ‘Hace cinco años me sentía un poco estancada’. confiesa. ‘Viviendo en estas franquicias que aunque me daban buenos frutos, no me estaban dando independencia creativa y no sentía que estaba creciendo como artista. Y lo manifesté. Tomé la decisión de brincar a lo desconocido, de tomar ciertos retos, cumplir con ciertas misiones de diversidad para las mujeres de color, para las latinas, y sé que el trabajo ha sido arduo, pero se han cosechado buenas cosas y espero que sea inspiración para muchas mujeres’.
Los motivos fueron naturales. Saldana siempre se ha manifestado vocal sobre la representación y ha abogado por una industria más inclusiva –especialmente en la narrativa estadounidense–. A partir de este momento, Saldana tomó un rumbo mucho más enfocado en esta misión. ‘En esos momentos, todo este crecimiento que estaba pasando en mi trabajo también está pasando en mi vida personal. Tuve a mis hijos y nada se veía que iba a dejar de tomar velocidad. Entonces también crecía algo dentro de mí: ‘Si voy a seguir trabajando así, quiero hacerlo con algo que me dé un poco más de felicidad, motivación, inspiración y más propósito’’. Así, decidió enfocarse en proyectos específicos, personales, que respondieran a lo que quería hacer. Si los proyectos llegaron a la misma velocidad que su ímpetu por compartir un mensaje más potente no es completamente claro. Sin embargo, ella sabe la dirección a la que se dirige. ‘Me siento en un buen momento, pero para el futuro me gustaría hacer más en poco tiempo para poder pasar más instantes con mi familia y con mis hijos’.
Y es que la naturalidad de su discurso proviene de su contexto. Saldana se crio en Queens, Nueva York. De padre dominicano y madre puertorriqueña, ‘República Dominicana fue mi segundo hogar. Al fallecer mi papá, mi mamá nos sentó y nos dijo: ‘No creo que sería posible para mí poder criarlas a ustedes de una manera muy óptima estando aquí sola sin el apoyo espiritual, psicológico y físico de su papá. Nos vamos a vivir unos cuantos años a República Dominicana’. Ahí teníamos la playa, un clima consistente, una educación exquisita. Experimenté un crecimiento de lo que fue miedo cultural a desear no dejar esa República Dominicana. Dejar mi hogar, mi frutilla, mi ballet’.
El tiempo lo dijo todo. Saldana adoptó un modo de vida que la cambiaría por completo. ‘Me crié en una familia predominantemente matriarcal’, dice. ‘Todas las mujeres alrededor de mí y de mis hermanas estaban practicando lo que ellas hubieran querido tener cuando fueron niñas: dándonos una independencia y autonomía de cualquier juicio masculino ya sea comunitario, social o político. Nos estaban dando una independencia de forma abierta: ‘Queremos que sean mujeres de empuje, de educación. Ustedes son las dueñas de sus propias decisiones. No le den dinero a un hombre. No le den su opinión a un hombre. No le pidan permiso a un hombre. Pero no era por asunto de rebeldía, era porque ellas tenían una experiencia y un conocimiento del mundo que ellas no querían que nosotras heredáramos eso’.
Esos lazos fueron inquebrantables para Saldana, quien reconoce la importancia de la familia, la comunidad y su latinidad. ‘Mi identidad sigue creciendo año tras año de acuerdo a las experiencias que estoy adquiriendo en mi vida, de la manera en que me relaciono con el mundo, con las personas, con mis hijos –porque ellos me están criando a mí así como yo los estoy criando a ellos–’. Si la latinidad fuera una palabra, Saldana admite que no sabría cómo expresarlo. ‘Es difícil de explicar pero es fácil sentirlo. Soy caribeña. Soy latina desde que me levanto y hasta que me acuesto. En la manera en la que sueño. Para mí es un modo de vida. El corazón siempre me quiere explotar cuando escucho una canción en español. Cuando como un platillo típico latino. Cuando estoy alrededor de personas latinas y en la manera en que nos comunicamos’.
En efecto, este año Zoe Saldana no ha parado. ‘Estoy exhausta’, me dice con franqueza. Y no es para menos. Project Adam junto a Ryan Reynolds; Gordita Chronicles, como productora de un proyecto sumamente personal sobre una familia dominicana que se muda a Miami en los años ochenta y cuya producción contó con participaciones especiales como fue la dirección de Eva Longoria en el primer episodio; From Scratch –o Desde cero, en su título en español– de Netflix; y Ámsterdam, escrita, dirigida y producida por David O. Russell fueron las apuestas que la han mantenido ocupada. ‘Ahorita, estoy saturando el mercado’. Y sí, ‘si esta vida se vive solamente una vez, esto es lo que soy’, finaliza.