Numerosos migrantes dominicanos y de otros países como Venezuela y Guatemala enviados desde Texas a esta ciudad y que están en busca de asilo, están yendo de puerta, mal abrigados, hambrientos y sin dinero pidiendo comida y trabajo a los residentes en vecindarios del condado Staten Island donde el alcalde los mantiene como refugiados en un hotel.
Enrique Reynoso, un dominicano de 25 años de edad y quien junto a su esposa, Yudelka Encarnación, de 22 y el hijo pequeño de pareja cruzó el río Bravo después de una larga travesía desde la República Dominicana a México, desde donde fue llevado a la frontera por coyotes, logrando cruzar a Estados Unidos.
Luego de llegar a territorio de Texas, Reynoso, su esposa y el hijo fueron liberados por la Patrulla Fronteriza y enviados en un autobús desde ese estado a Nueva York.
En medio del estado de emergencia decretado por el alcalde Eric Adams por las grandes avalanchas de migrantes indocumentados que piden asilo, el frío otoñal, poco cubiertos para protegerse de las actuales temperaturas y sin un centavo, Reynoso es uno de los migrantes que se ve en la necesidad de deambular en Staten Island solicitando una mano amiga que lo ayude, porque al parecer él y su mujer no tiene familiares en Nueva York que los reclamen.
“Antes de venir aquí, nos dijeron que un trabajador social vendría y nos ayudaría”, explicó Reynoso en referencia al hotel “Travis Chelsea” en Staten Island donde los tres tienen que pernoctar junto a docenas de otros migrantes en igual situación.
Pero dijo que cuando habló con el funcionario acerca de lo ofrecido, el trabajador social le respondió que no tenía ninguna información que darle.
“Nuestra principal prioridad es saber dónde podemos llevar a nuestro bebé si se enferma, a cual escuela puede ir y cómo puedo conseguir un trabajo”, señaló Reynoso.
“Nos dijeron antes de llegar que solo nos quedaríamos aquí por cinco días, pero algunos de los otros han dicho que llevan 15 días y aún no se les ha dicho cuáles serán los próximos pasos”, explicó el dominicano.
“He estado yendo de puerta en puerta, a los negocios pidiendo un trabajo, pero muchas de las empresas dicen que debido a que no tengo papeles, no pueden darme un trabajo”, indicó Reynoso.
“Estoy preocupada porque a veces a nuestro hijo no le gusta la comida que le dan, por lo que es posible que no coma ese día, y no tenemos dinero para comprarle nada”, dijo por su parte la esposa.
La ciudad también mantiene a los migrantes en los hoteles de la cadena Marriot, Island Inn, Holiday Inn y Fairfield Inn and Suites, todos en Staten Island.
Reynoso y su esposa no conocen el lugar por lo que se les hace difícil moverse y acudir a los sitios específicos donde pueden conseguir ayuda.
Están siendo víctimas de la medieval burocracia de la ciudad.
El concejal republicano de Saten Island, Joe Borelli explotó ayer domingo en sus redes sociales y un blog que mantiene criticando el hospedaje a los migrantes.
“Dejar a la gente en un motel de la autopista es malo, pero dejar a las personas que están desesperadas por las necesidades en un vecindario con pocas opciones es significativamente peor”, sostuvo el edil.
Líderes religiosos e inmigrantes de Staten Island se reunieron en el parque Veterans Park en Port Richmond ayer domingo por la tarde para pedir ayuda a los solicitantes de asilo que han llegado al condado con escasez de suministros.
Alrededor de 40 personas que viven dentro de hoteles en Travis fueron transportadas al parque histórico, donde se celebraba el Mes Nacional del Patrimonio Español, para recibir alimentos y bebidas donados por la organización City Harvest que provee comidas a los desamparados y el tabernáculo judío ortodoxo Temple Israel Reform Congregation (Congregación para la Reforma del Templo de Israel).
La coalición de grupos locales anunció una jornada de donativos en la entidad Central Family Life Center, ubicado en 59 de la calle Wright en el barrio Stapleton, que se extenderá de 9:00 de la mañana a 5:00 de la tarde, de lunes a viernes.
El lugar está aceptando calcetines y ropa interior nuevos, y chaquetas nuevas o usadas para niños y adultos.
Las familias migrantes que llegaron recientemente a Staten Island están actualmente esperando audiencias en la corte, pero necesitarán ayuda para cubrir sus las necesidades básicas mientras los largos procesos se inician hasta que los jueces determinan si la petición tiene base para otorgarles el asilo.
El Eric Adams declaró el estado de emergencia en Nueva York el viernes, señalando que la afluencia de recién llegados a los cinco condados de la ciudad ha ejercido presión sobre el ya sobrecargado sistema de refugios para personas sin hogar de la ciudad que actualmente alberga a 61,000 personas de las cuales más de 20 mil son niños y niñas y el número de migrantes se estima en 17,000.
Los solicitantes de asilo representan uno de cada cinco de ese total, dijeron las autoridades, y se esperan miles más en los próximos días.
Diecisiete autobuses llegaron solo entre el jueves y el viernes, informó el alcalde.
Por Miguel Cruz Tejada