El abogado Jhonny Portorreal sonrió mientras era conducido a la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional.
“¡Váyanse a trabajar!”, vociferó Portorreal a parte de los 283 querellantes y miembros de la prensa que cubrían el traslado del imputado desde la cárcel de la Fiscalía del Distrito a la sala de audiencia.
“¡Habla ahora!”, le gritaba el grupo, mientras el imputado de estafa en una supuesta herencia de la familia Rosario Díaz caminaba luciendo relajado, sonriente y sin inmutarse.
Las autoridades han establecido que Portorreal era el cabecilla de una red mafiosa que captaba clientes y supuestos herederos de la familia Rosario, a quienes les cobraban desde 15 mil a 24 mil pesos para gestionarlas parte de una supuesta herencia de millones de euros a la cual las víctimas tenían derecho por llevar el apellido “Rosario”.
Este viernes se conocen las medidas de coerción contra Jhonny Portorreal, quién fue apresado esta semana y contra quién el Ministerio Público ha dicho solicitará un año de prisión preventiva como medida de coerción.